Es el evento especializado más grande del mundo para la industrial solar que concentra alrededor de 1.800 expositores y más de 60.000 visitantes de 145 países.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través del Instituto de Promoción Exterior de Castilla-La Mancha (IPEX), ha coordinado por segundo año consecutivo la participación de empresas de la región del sector energía solar en la feria INTERSOLAR 2010 que ha tenido lugar en Munich.
Este certamen se ha consolidado desde 1991 como el punto de encuentro obligado para las empresas vinculadas a la industria fotovoltaica y térmica, así como para otros sectores adyacentes.
Las empresas de la región que han expuesto en esta edición, bajo el pabellón nacional español y con el apoyo que desde el IPEX se les ha brindado, han sido: Jumtracker, Jiménez Belinchón y Titan Tracker, las tres empresas de Toledo, y Solar Bright y Prius Energy, de Albacete. Por su parte, en stand propio, ha expuesto la empresa Solaria que tiene centro productivo en nuestra comunidad.
Entre los productos y servicios que han presentado las empresas de Castilla–La Mancha en Intersolar, ha destacado como novedad el sistema de limpieza de placas solares.
La elevada participación española ha confirmado un año más el liderazgo de nuestro país en el sector. España es el segundo país europeo en producción de energía solar, la tecnología española abastece el 30% del mercado europeo y nuestras soluciones técnicas están presentes en más de 60 países.
Alemania es el gran generador europeo de tecnología fotovoltaica, y competencia directa de España. Es por ello que la importancia de este certamen se basa realmente en ser el punto de encuentro entre los productores españoles y los demandantes de tecnología de terceros países, así como de otros grupos de inversores y gabinetes de ingeniería especializados en proyectos fotovoltaicos de toda Europa.
El encuentro con este tipo de clientela internacional es crucial para la supervivencia de las empresas españolas, las cuales han visto cómo la desaparición de la prima en España y la inmovilidad de los inversores ha afectado a sus ventas domésticas de forma drástica.