Carta al presidente Barreda de los maestros del CP Diego de Almagro

Claustro de Profesores 
C.P. Diego de Almagro
Almagro (Ciudad Real)

Sr. Presidente de la Junta de
Comunidades de Castilla La Mancha
Plaza del Conde, 2
45002-TOLEDO

En Almagro, a 14 de junio de 2010
 
Señor Presidente:

Somos un grupo de docentes castellano-manchegos que nos dirigimos a usted para hacerle partícipe de nuestro disgusto y oposición ante la medida de recorte de salario que nos ha impuesto el gobierno central, para resolver una situación acuciante que, como usted bien sabe, nosotros/as no hemos generado.

Reconocemos la importancia, que hasta el momento, ha concedido usted a la educación, nos lo ha venido demostrando con iniciativas vanguardistas. Pero consultando al saber antiguo de nuestra tierra opinamos que “echando mucho aceite a la sartén, cualquiera fríe bien”. Mala cosecha de aceituna nos vendrá y será el momento de comprobar que sus palabras dejarán de ser predicados y conseguirá el trigo que otros quitaron.

Los maestros hemos compartido las palabras pronunciadas por usted en el último día Internacional del Docente, celebrado en Ciudad Real el 5 de octubre de 2009 y no sólo compartidas, sino también sentidas por todos nosotros. Es el momento de buscar la traducción más justa y coherente a sus palabras.

En su discurso de aquel día, se nos confía el mayor valor de la Comunidad, que son los niños y jóvenes y no sólo dedicamos buena parte de nuestro tiempo libre a planificar, corregir y pensar en cada uno y una de nuestros alumnos y alumnas, buscando, además de la educación y la formación, todos aquellos valores de equidad, ecuanimidad, igualdad, interculturalidad, cohesión social, sostenibilidad… Hoy día aún nos exige usted más de todo: más competencias, más programaciones, más contenidos, más paciencia, más esfuerzo, más autocrítica, más calidad, más áreas, más evaluaciones, más prisa, más responsabilidad, más documentos, más tecnología, más talante democrático, más, más y más. Todo ello con muchos menos ingresos, menos autoridad, menos respeto, menos valoración, menos apoyos… menos, menos y menos.

Después de todo lo expresado, es poco lo que le pedimos: no necesitamos gratitud sino honra y respeto. Respeto que debe empezar por nuestras economías familiares que han sufrido tantas congelaciones y graves pérdidas del poder adquisitivo. Sentimos la solidaridad y nos resignaríamos a una  nueva congelación, que para los malos tiempos que se avecinan, no viene siendo poco.

Parafraseando al poeta manchego al que usted aludió, exigimos que La Mancha deje de una vez y para siempre de ser el desierto de la resignación y del ir tirando. Recitemos al unísono los versos que dicen que este desierto manchego no aguante más injusticias y arbitrariedades de aquellos políticos que desconocen nuestra tierra y la empujan al olvido eterno y sin salida. “Mi pobre Mancha, tú por los desiertos del aguantarse y del ir tirando”…” Mancha de la renuncia y de la espera”,  (Eladio Cabañero).

Sr. Presidente, hoy rescatamos del recuerdo al Parque Cabañeros, como el campo de tiro que pudo haber sido y no fue, favoreciendo así el efecto de la estima colectiva a nuestros políticos regionales, por su posición coherente. Esperamos poder escribir, con el paso del tiempo, que nuestro Presidente hizo que el recorte salarial fuera la injusticia nacional que pudo haber sido y no fue en Castilla-La Mancha.  

No hay mejor cierre para nuestra carta que las palabras que usted mismo pronunció poniendo el punto final a su discurso de aquel día:

“Pues bien, para dejar atrás el desierto de la resignación y del ir tirando…tener un sistema educativo como el que entre todos estamos construyendo era imprescindible y… sobre todo lo están consiguiendo los docentes, a los cuales hoy rindo mi homenaje, mi respeto, mi admiración y mi cariño.”

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