Con varios meses de retraso, en la tarde de ayer tuvo lugar en la sala Carlos Vázquez del Antiguo Casino de Ciudad Real la presentación del Plan de Acción de Sostenibilidad, llevado a cabo por la empresa PYEMA S.L, para el desarrollo de una Agenda 21 Local que permita alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible para Ciudad Real, según establecen las directrices de la Red de Ciudades y Pueblos Sostenibles de Castilla-La Mancha.
La reunión estuvo presidida y moderada por el concejal de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Ciudad Real, Juan Caballero, a quien acompañaban un técnico de la concejalía y una representante de la empresa PYEMA.
La polémica comenzó ya nada más finalizar la lectura detallada de todos los puntos que contiene el Plan de Acción de Sostenibilidad. Varios de los ciudadanos asistentes mostraron su disconformidad al tener que trabajar sobre un documento ya elaborado, sin que se hubiesen definido anteriormente cuestiones como el proceso a seguir, el marco transversal en el que se deberían circunscribir todos los puntos a tener en cuenta o la falta de rigor científico en la elaboración de dicho plan, pues, según manifestó la representante de PYEMA, no se presentaron documentos avalando la opinión de los expertos consultados.
Algunos de los asistentes criticaron también que las decisiones que se vayan a tomar en las mesas de participación no sean vinculantes, circunstancia que desanima a los ciudadanos a la hora de participar en este tipo de iniciativas y se aportaron ejemplos de cómo esto ha sucedido en otras localidades. Tanto el Ayuntamiento como PYEMA defendieron, a este respecto, el modelo propuesto inicialmente, al ser el recomendado por la Red de Ciudades y Pueblos Sostenibles. Asimismo, la representante de la empresa indicó que si se otorgase plena libertad de decisión a los ciudadanos, éstos podrían llevar a cabo acciones equivocadas. Uno de los ciudadanos participantes añadió que en los objetivos de las mesas de participación deberían entonces eliminar las referencias al término democracia participativa y sustituirlo por el de democracia consultiva.
En la misma línea, se criticó que en el Plan no estuviesen ni siquiera mencionados los presupuestos participativos y se hizo saber que en otras ciudades incluso se destina un porcentaje de los presupuestos municipales para que sean las mesas de participación ciudadana las que decidan el destino de dichos fondos. Uno de los asistentes apuntó, en este sentido, que los 155.533 euros que el Consistorio va a dedicar a instalar opinómetros en la ciudad podrían emplearse para este fin.
Mesa Ambiental y de Territorio
Otro de los puntos principales de la reunión fue la constitución de la primera de las tres mesas de participación ciudadana de Ciudad Real: la Mesa Ambiental y de Territorio. La polémica entorno a esta cuestión, estuvo presente desde el primer momento, ya que hubo personas que se opusieron al funcionamiento interno de la mesa, que había sido establecido por el Ayuntamiento siguiendo las directrices de la Red de Ciudades y Pueblos Sostenibles de Castilla-La Mancha. El Consistorio propuso elegir un presidente y un secretario, mientras que varios asistentes defendieron un funcionamiento asambleario en el cual se eligiese en cada reunión de la mesa a un coordinador encargado de moderar y convocar la siguiente reunión, asistido por varios técnicos del Ayuntamiento. Tras un intenso debate, los representantes de la empresa y del Consistorio, que no veían necesarios dichos cambios, acabaron reconocieron que las directrices no obligan a adoptar un sistema concreto, por lo que el funcionamiento se sometió a votación, obteniendo mayor número de votos la opción inicial.
A pesar de que la mayoría de los asistentes votaron a favor de la existencia de un presidente, cuando llegó el momento de presentar las candidaturas, no hubo ninguna persona que quisiese presidir la mesa. Se decidió entonces que ese punto quedaría pendiente para la próxima reunión de la Mesa Ambiental y de Territorio y se nombró como secretario a un técnico del Ayuntamiento.
Finalmente, se dio paso al último punto del orden del día: estudiar la propuesta de modificación de la Ordenanza reguladora de la ocupación de la vía pública con terrazas y otros elementos. Tras la lectura del cambio propuesto por el Ayuntamiento a dicha ordenanza, los asistentes sugirieron que se sometiese a votación, aprobándose los cambios con cinco abstenciones y ningún voto en contra.
Antes del cierre de la sesión, se propuso a los responsables del Ayuntamiento que para la siguiente convocatoria de la mesa, se facilitasen los documentos de trabajo con un plazo de al menos siete días de antelación, para que puedan tomarse decisiones meditadas ante temas tan complejos como el anterior.
A día de hoy, se desconoce cuando será la próxima reunión de la Mesa Ambiental y de Territorio ni cuál será el orden del día a desarrollar.