La actual situación de crisis genera aún más pobreza, marginación y exclusión social
El paro, es hoy en día uno de los grandes problemas que azotan a personas y familias de nuestra sociedad, más de 4 millones de parados en nuestro país, de los que más de 200.000 pertenecen a nuestra comunidad autónoma lo corroboran.
El mundo obrero está viéndose afectado, directa y negativamente por la actual situación de crisis que estamos viviendo. Una crisis cuyas manifestaciones iniciales son el desempleo, la inestabilidad laboral, el empeoramiento de las condiciones de trabajo, el despido de trabajadores por empresarios que especulan con el fin de rebajar costes sociales en sus empresas…
La actual situación de crisis genera aún más pobreza, marginación y exclusión social; la del joven que se ha quedado sin empleo y que está lejos de los circuitos “normalizados” de formación para poder reciclarse hacia nuevos empleos, la del inmigrante que al quedarse sin trabajo está más vulnerable por tener unas redes sociales más debilitadas, la de los mayores de 45 años a los que se les cierra más puertas, las mujeres solas con cargas familiares… y a todas esas nuevas pobrezas, se añaden las de siempre, las de las personas más excluidas, las de los más empobrecidos, aquellos que no consiguen recuperar su espacio, que tan solo encuentran trabas, y puertas cerradas, y que cuando alguna se abre, lo hace desde la economía sumergida, empleos inestables y mal remunerados.
Desde Cáritas nos preocupan no sólo las causas estructurales de un sistema injusto que abarca más consecuencias que el propio desempleo. Están también sus rostros, los de los excluidos-parados, los de aquellos que no han hecho cursos de grado o de postgrado que les permitirá tener un buen puesto de trabajo. Nosotros trabajamos con, para y por los que lo tienen más difícil todavía, los que no tienen ninguna otra red de apoyo, trabajamos con aquellas personas para las que los mecanismos de formación e información habituales para la búsqueda de empleo no sirven, y es que, la falta de condiciones de empleabilidad, entre muchas de las personas con las que trabajamos, son un factor de exclusión social.
Desde Cáritas Diocesana de Ciudad Real creemos que el trabajo es el elemento fundamental de inserción, por eso nuestro programa y acciones de empleo, se encaminan hacia ese objetivo.
Durante el 2009 se ha trabajado con 102 personas, desde los diferentes Talleres Prelaborares (Reutilización Textil en Tomelloso y Auxiliar de Hogar en Ciudad Real) y los Cursos de Formación Laboral (Reciclaje de Cartón en Manzanares y Carpintería y Tapicería en Daimiel), pudiendo hablar de 22 insertadas.
En estos tiempos en los que tanto se habla de políticas activas de empleo, de reformas laborales…. No debemos olvidar que todos somos responsables de todos, por eso pedimos que desde la Administración Pública se favorezcan las políticas de empleo, favoreciendo nuevas alternativas como las empresas de inserción, que los empresarios no busquen el máximo lucro en sus actividades empresariales y miren más por sus empleados, buscando soluciones diferentes al despido de los mismos, que los sindicatos cumplan con su papel en la defensa de los trabajadores, sobre todo de aquellos que son más vulnerables, que se priorice la lucha contra la pobreza, la precariedad y la exclusión.
Somos conscientes de la complejidad de las respuestas que se han de articular para salir paulatinamente, de esta situación de crisis social y económica, que tanto desempleo y angustia genera y que esconde una crisis de valores más profunda. Debemos de poner en marcha medidas imaginativas y viables al alcance de todos, y eso, es responsabilidad de toda la sociedad.