Los socialistas no tienen ninguna duda al asegurar que el Partido Popular ha defendido intereses territoriales ajenos a Castilla-La Mancha

Al día siguiente del pleno de las Cortes Regionales que aprobaron la retirada del nuevo Estatuto, el alcalde de Alcázar, José Fernando Sánchez Bódalo, compareció en la sede local del Partido Socialista junto a la secretaria de comunicación, Rosa Vázquez, y el secretario regional de las Juventudes Socialistas, que rechazó la enmienda transacional con la que los populares pretendieron sustituir el concepto de reserva estratégica de agua, un extremo que si apoyaron en términos similares cuando aprobaron la reforma del estatuto aragonés.
 
El alcalde Sánchez Bódalo ya había calificado el papel de la presidenta regional del PP en el debate estatutario, que a su juicio no se ha librado en el terreno ideológico sino en el territorial. El hecho es que los populares apoyaron hace tres años el borrador que contenía la reserva hídrica estratégica, pero, mientras Barreda ha conseguido el apoyo de todos los socialistas, incluidos los de Valencia y Murcia, no ha ocurrido lo mismo en el otro bando. Para los socialistas, está claro quien decide en el PP cuando se trata de agua.
 
En cuanto a la necesidad de retirar el Estatuto del Congreso, tras el voto negativo del Partido Popular en la comisión constitucional, los socialistas consideran que es una cuestión de dignidad, porque al ser una ley orgánica que necesita mayoría cualificada y no es de esperar ya el apoyo de los diputados del PP.
 
El alcalde Sánchez Bódalo señaló que la política de los populares consiste en que desde el Estado se solucionen los problemas del agua mediante el Plan Hidrológico Nacional, pero siempre a costa del agua de Castilla-La Mancha, una región que sigue siendo solidaria, a pesar de que en algunos pueblos ni siquiera está garantizado todavía el abastecimiento de agua para beber.