Hace unos días, el acelerador de partículas europeo, o Gran Colisionador de Hadrones (LHC- primo hermano del LSD), un tostador de dimensiones cósmicas que dará respuesta a grandes misterios relacionados con la materia, la antimateria, el origen del universo, Gürtel, o a qué se dedicaron durante años los consejeros de CCM…, lograba recrear los instantes posteriores al Big Bang.
«Ahora comienza la búsqueda de la materia oscura, de nuevas fuerzas, nuevas dimensiones y el bosón de Higgs», declaró el director del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN). Sin duda argumentos que inspirarán a los impulsores de Proyectos de Singular Interés auspiciados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La Atalaya bien podría acoger un Centro Espacial que hiciera sombra al de Cabo Cañaveral, o El Vicario esconder una base secreta de submarinos atómicos de bolsillo para agentes sociales. «Lo mismo damos con la partícula de Dios, con un nicho (=sepultura) de empleo, o con un agujero negro-Mancha endémico, tipo Virtus». Como para no avalarlos.
Dentro del colisionador se cabrean dos haces de millones de protones, acelerándolos en sentido opuesto hasta alcanzar casi la velocidad de la luz, y se les suelta para que choquen y produzcan energía. Se puede así revivir eventos sucedidos instantes después del Big Bang, como cuando logró el accésit en el gran desfile del Concurso nacional de Carrozas y Comparsas de Carnaval de Ciudad Real, declarado de Interés Turístico Regional.
Es curioso lo que cuesta que un par de protones, entre cientos de millones, choquen en el espacio de una cabeza de alfiler. Años y años de trabajo e investigación y miles de tiritillones de euros de inversión. Con lo fácil que resulta en el planeta Tierra, una cabeza de alfiler en el vasto universo, que dos (bastos) protestones, entre miles de millones de seres humanos, colisionen y emitan ingentes cantidades de guantadas energéticas, improperios o querellas… recreando así los momentos inmediatamente posteriores a la bim bom bam. Paradójico, sí, pero la ciencia es asín.
