El árbitro Teodoro Sobrino, con 22 años en el fútbol profesional, diez de ellos como asistente internacional, miembro de la candidatura ‘Más Fútbol’, ha oficializado su intención de presentarse a asambleísta de la Real Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, presentando así batalla a Pablo Burillo, en el cargo desde 2020.
En declaraciones a Europa Press, ha considerado que ya es hora de «un tiempo nuevo» al frente del máximo órgano del fútbol castellanomanchego, exhibiendo como aval para pedir apoyos su experiencia tras más de 30 años en activo como árbitro. «Es el momento de poner mi experiencia a disposición y aportar dentro de la Federación».
Sobrino ha puesto el acento en cómo los actuales gestores de la federación han llevado ha dejado «totalmente olvidados» a los clubes pequeños, ya que incluso «ni conocen cómo se gestiona» la entidad, a lo que ha sumado que en muchos casos «ni siquiera pueden pagar las fichas, las sanciones y los arbitrajes».
En caso de resultar elegido asambleario, ha confirmado que estaría dispuesto a formalizar candidatura para hacerse con la Presidencia de la Federación, un escenario ante el que ha asegurado que ha testado ya que «la gente tiene necesidad de cambio, un cambio drástico y absoluto en todas las cosas».
«CACIQUISMO Y FALTA DE TRANSPARENCIA»
Sobrino encabeza una corriente dentro del fútbol castellanomanchego que ya ha alzado la voz ante lo que consideran una actitud de «caciquismo y falta de transparencia» ante la convocatoria del proceso electoral.
En este sentido, asegura que «no se ha comunicado a nadie que hay elecciones» y la actual dirección se limitó a publicar el anuncio en la página web de la Federación.
«No es normal que los clubes no tengan conocimiento de que va a haber unas elecciones. Me parece sorprendente», lamenta Sobrino, que añade que el pasado sábado tuvo lugar la elección de la Junta Electoral, algo que se realizó a través de tres votos delegados de otros tantos clubes –Torrijos, Benquerencia y El Casar de Escalona– que ellos mismos desconocían. Una maniobra que «se va a recurrir», además de que los clubes afectados «van a denunciar».
Considera el colegiado que lo normal en un proceso electoral de este tipo es «que todo el mundo pudiera votar y elegir claramente a sus dirigentes», pero en Castilla-La Mancha «ocurre lo contrario», ya que los que ahora mandan «intentan ocultar el proceso y no dan información».
«Han dado sólo ocho días para solicitar el voto por correo cuando muchos clubes ni siquiera sabían que era el primer día para hacerlo», ha abundado Sobrino. «Debería ser al contrario, tendrían que comunicarlo abiertamente y sin miedo a que la gente votara».
Aunque no ha querido avanzar detalles de una hipotética campaña electoral, sí que ha querido dejar claro que apoyar a los clubes pequeños sería uno de sus objetivos