Por José Belló Aliaga
El Premio Internacional de Literaturas Africanas “Justo Bolekia Boleká” se crea en 2017 por el Grupo Editorial Sial Pigmalión, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la fundación del grupo, para premiar a autores africanos o afrodescendientes de todo el mundo que hayan destacado como poetas, narradores, ensayistas, hispanistas o traductores.
Un jurado prestigioso propondrá cada año a autores afro que se hayan distinguido en diferentes géneros literarios, y otorgará este galardón, que reivindica la figura del profesor universitario, académico y escritor hispanoafricano, Justo Bolekia Boleká, natural de Guinea Ecuatorial y residente en España, uno de los escritores africanos actuales más prestigiosos y reconocidos internacionalmente.
“Casa de África”
La obra premiada se publicará en la colección “Casa de África” y se presentará en la Feria del Libro de Madrid, así como en importantes eventos literarios en Europa, África y América.
Este premio ha sido otorgado, entre otros, al escritor y periodista afrocolombiano Medardo Arias Satizábal, a la profesora y escritora guineoecuatoriana Trifonia Melibea Obono, a la escritora africana afincada en España Ángela Nzambi, al profesor y escritor camerunés Narcisse Fomekong y al escritor guineoecuatoriano José Fernando Siale Djangany.
Jurado
El jurado de esta convocatoria del premio ha estado presidido por Justo Bolekia Boleká y formado por Joana Boampong, Rosemary Clark, Barbara Fraticelli, Francisco Gutiérrez Carbajo, Ridha Mami, Fabio Martínez, Gloria Nistal Rosique, José María Paz Gago, Basilio Rodríguez Cañada, Benita Sampedro Vizcaya, Maïmouna Sankhé, José Ramón Trujillo Martínez, Carlos Vásquez-Zawadzki y Francisco Zamora Loboch, concediendo por unanimidad este galardón al escritor camerunés D. Inongo vi-Makomé, por el libro Demanda y el conjunto de su obra.
Inongo-vi-Makomè
Inongo-vi-Makomè es natural de Lobè-Kribi, un pueblecito en la orilla del océano Atlántico, al sur de Camerún. Estudió en país natal, luego en Guinea Ecuatorial y España, donde vive desde décadas. Es narrador de cuentos y de define a sí mismo como cuentista. Es autor de varios ensayos como: España y los negros africanos, Población negra en Europa. Segunda generación, nacionales de ninguna nación, Visión del mundo de un africano ¿desde el edén…?, etc. Novelas: Rebeldía, Nativas, Issubu, Mam´enying (Cosas de la vida), Cuando el cielo y la tierra se confabulan, Juicio a un estado y a un continente, etc. Colección de Teatro, África negra en escena: Bemama, Muna Anyambe (La hija de Dios), La Tentación de los espíritus, Los descendientes, El Presidente negro de la república de Bolino, etc. ; Colección de cuentos, Historias de una selva africana para Muna: Bemama, Akono y Belinga o el muchacho negro que se convirtió en gorila blanco, La princesa de las cataratas, Los Reyes de Zookala, La Asamblea de los animales de África, La Huida de los espíritus y de los dioses, etc. Ha colaborado en el Periódico de Cataluña, La Vanguardia, etc.
Demanda
Inongo-vi-Makome, se ha venido considerando a sí mismo como un simple cuentista o cuentero, no como escritor, porque se siente motivado por los cuentos tradicionales de sus antepasados de África negra.
La obra Demanda es para él otro cuento donde intenta razonar para sí mismo también, sobre la supervivencia del hombre en la tierra. En tiempos pasados, muchos antepasados, aun conociendo la existencia de Dios en el cielo, consideraban sin embargo la tierra como el habita eterno de los humanos, tanto en ésta que podemos considerar como la “primera vida”, como la “segunda vida”, que viene después de la muerte. En las dos “vidas”, el hombre llevaba su existencia aquí bajo en la tierra…
Pero con la llegada de las diversas creencias religiosas traídas por los extranjeros, la tierra ha dejado de ser lo que era y se ha convertido solamente en una simple “estación de paso” hacia el cielo y los demás lugares…, que sí son ellos los verdaderos habitas del hombre…
Por no dar ya importancia en la tierra, se la va destruyendo poco a poco sin contemplación alguna, amén de que algunos humanos se convierten cada vez más en una especie de bemama o monstruos, contra sí mismos y contra todos los demás… Pero, a pesar todo esto, nuestro Padre creador está callado allá donde está… No dice nada…
Todo este embrollo o confusión en su mente, es lo que lleva a Inongo-vi-Makome hacerse a sí mismo esta pregunta: ¿Si él, como humano, debe seguir mirando continuamente el cielo, o ha de bajar su mirada en la tierra donde está la realidad de su vida, y encontrar una salida a esas dudas y angustia que le invaden…?
José Belló Aliaga