El Rey visitó ayer el Batallón de Helicópteros de Ataque I en Almagro, donde tienen su base los «Tigre».
El Rey ha estado acompañado por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que ha mostrado su satisfacción por la concentración de esfuerzos y trabajos militares en nuestra región: «en Castilla-La Mancha estamos contentos de que lo que se fabrica en Albacete se pruebe en Almagro y de que con esto y con las instalaciones de Airbus en Illescas estemos en el primer plano del sector aeronáutico».
Durante su visita, el Rey Don Juan Carlos ha podido probar los simuladores de vuelo que INDRA ha instalado en la base y al igual que hiciera su hijo el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, en septiembre de 2008, ha realizado un vuelo de acomodación a bordo de un helicóptero «Tigre» junto al capitán Jorge Aguado. El vuelo ha durado treinta minutos y ha sobrevolado Almagro, Bolaños y Calzada de Calatrava.
Treinta años de historia, veintisiete en Almagro
El Batallón de Helicópteros Ligeros de Ataque se creó en enero de 1980, aunque no fue hasta el 26 de abril de 1983 cuando se inauguró su sede actual, la base «Coronel Sánchez Bilbao», situada a siete kilómetros de Almagro.
Durante todos estos años la unidad ha utilizado helicópteros BO-105, de los que llegó a tener cuarenta y cinco a principios de la década. En la actualidad cuenta con veintidós de estos aparatos que han de sustituir progresivamente los HA-28 «Tigre», helicópteros de ataque con los que por ahora sólo cuentan Alemania, Francia, Australia y España.
A la base de Almagro han llegado hasta ahora seis de estos aparatos y está previsto completar cuatro compañías, cada una de ellas con seis helicópteros. Cuatro llegarán el año que viene, ocho en 2012 y seis en 2013.
Para mejorar la formación de los pilotos y artilleros de los «Tigre» las FAMET, Fuerzas Aerotransportadas Móviles del Ejército de Tierra, han construido en Almagro un centro de simulación de vuelo que se inauguró la semana pasada.
Este centro de simulación, equipado por la empresa INDRA, cuenta con dos entrenadores y con dos simuladores que reproducen con absoluta fidelidad la carlinga del «Tigre». Los entrenadores se utilizan para acostumbrar a los tripulantes del helicóptero a las particularidades del aparato, mientras que los simuladores permiten representar todas las condiciones y movimientos del vuelo y del combate aéreo.