“Sabíamos que en España había un Ministerio de Igualdad que era perfectamente prescindible. Sabíamos que el ministro de Trabajo sólo está para pagar los subsidios y no para que se cree empleo. Lo que no sabíamos es que ustedes entendían la igualdad entre hombres y mujeres como que todos estuviésemos igual de mal, que es lo que están consiguiendo”.
Con estas palabras concluyó, hoy en la sesión de control al Gobierno en el Senado, la intervención de Mª Dolores Cospedal, presidenta regional del PP, secretaria general nacional y senadora por Castilla-La Mancha, que mantuvo un debate sobre el desempleo de las mujeres con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
La senadora popular recordó que las cifras de empleo publicadas la semana pasada, las segundas peores de la historia en un mes de febrero, fueron utilizadas por el Gobierno para “vender” que se mejoraba la igualdad de hombres y mujeres ante el paro. “Pero eso no es así”, indicó Cospedal, quien señaló que, en todo caso, “es la destrucción brutal del empleo masculino, y no la creación de empleo femenino, la que puede trasladar esa sensación”.
Así, la secretaria general repasó las cifras «que demuestran la penosa situación del empleo femenino en España, donde ya más de dos millones de mujeres carecen de trabajo, y donde más de 17 puntos porcentajes separan el desempleo en un sexo respecto al otro. Especialmente dramáticas son las cifras de paro femenino joven, donde las tasas de duplican», según destacó la parlamentaria del PP.
En opinión de Cospedal, “si indignante es saber que hay dos millones de mujeres en paro, más lo es aún conocer que, de ellas, casi la mitad tiene pocas o nulas posibilidades de encontrar trabajo”. Además, la senadora popular denunció que, junto a estas dramáticas condiciones de empleabilidad, se dan otras circunstancias como la de que las mujeres acceden a puestos de trabajo peores que los de los hombres y perciben también peores retribuciones, a veces hasta un 25 % inferior, por el desempeño de la misma actividad.
La secretaria general del PP ofreció numerosas recetas para vencer esta situación. Entre ellas, y junto a la mejora de las condiciones objetivas, propuso políticas activas de empleo enfocadas a la mujer, así como medidas de conciliación de la vida laboral y personal como la flexibilidad de horarios o más escuelas infantiles. También planteó la senadora popular que en la negociación colectiva que desarrolla el Gobierno con los agentes sociales se incluya la garantía de la igualdad retributiva hombre/mujer.