Existe un especial interés por parte de algunos sectores en difundir la opinión interesada que basta ya de reivindicaciones, que las mujeres gozamos de los mismos derechos ignorando que la igualdad será alcanzada cuando una mujer con la cabeza bien amueblada pueda llegar tan lejos como un hombre con esas mismas características. La igualdad tal vez sea un derecho pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirlo en un hecho.
Pensar que la ignorancia es osada es concederles un rasgo de ingenuidad del que carecen los que así opinan. Seguimos revindicando el valor del tiempo en la vida cotidiana de la mujer, nuestra vida se conforma de distintos tiempos, tiempo de ocio, de desplazamiento, tiempo de trabajo, remunerado o no, tiempo doméstico, tiempo dedicado a los demás, tiempo de descanso etc. etc.
El valor del tiempo de la mujer en su uso en la vida cotidiana está sujeto a la desigualdad. Un estudio realizado sobre el uso del tiempo nos confirma que en España la mujer dedica respecto al trabajo remunerado, menos de la mitad de su tiempo que los varones (el 47%), Sin embargo en la tarea domestica realiza 3 horas mas de trabajo respecto al trabajo total. Semanalmente la mujer dedica casi 4 veces más de tiempo que los varones al cuidado de las hijas e hijos. Todas estas obligaciones adscritas de facto a la mujer nos obliga a asumir durante toda la vida problemas de salud física y psíquica. En este contexto, la frustración que acompaña es grande y nos obligan estas múltiples tareas a asumir todas las funciones, haciéndonos sentir culpables y presionando sino llega a cumplirlas. Se arbitran medidas para conciliar la vida laboral y familiar cuando las quisiéramos de co-responsabilidad.
Nos sentimos impotentes viendo que a pesar de los medios y el interés general la violencia de género es un hecho. Casi todos los días nos despertamos con la terrible noticia de una nueva victima a manos de su compañero. No podemos seguir impasibles ante los índices de pobreza en el mundo, el trafico de personas, las vejaciones que sufren las mujeres consideradas puro objeto sin ningún derecho y todavía hay quien asevere que hemos alcanzado el techo de oro.
En el mundo de hoy en día y del mañana una autentica igualdad de mujeres y hombres constituye la clave de nuestro éxito económico y social, no solamente a nivel Europeo o Nacional sino igualmente en nuestras Regiones, Ciudades y Municipios.