Felipe Jiménez (Viejo Den).- No creo que haya un grupo de música que no disfrute haciendo lo que hace. Me cuesta pensar que a pesar del agotamiento, a veces, o del cansancio, una banda no disfrute de kilómetros y kilómetros de carretera, de noches y trasnoches, de conciertos a altas horas, de ensayos interminables… Y la verdad que nadie ha muerto en el intento por no cumplir las expectativas de ser estrella del rock.
Pues nosotros tampoco. Porque elegimos la música como el modo de vida, y así pues, vivimos y seguimos viviendo. Pero sobre todo, porque, quizá hubiéramos disfrutado con otros proyectos, otros músicos, quizá… O a lo mejor de haber alcanzado la fama hubiéramos sido mucho más felices, qué sé yo. Lo que sí sé es que lo hemos pasado tan bien como para crear Viejo Den en todas las vidas que nos sucedieran. Personalmente, he disfrutado como nadie de tocar entre amigos, de viajar con ellos al último pueblo de la provincia, de ilusionarnos con proyectos que se esfumaron, de dormir apiñados en el coche, de cabrearnos entre nosotros, de reconciliarnos escuchando una canción a full de volumen mientras volvíamos de tocar a las 6 de la mañana, pero sobre todo quizá, de hacer la música que en cada momento ha surgido, con total libertad creativa, compartida con tu gente, sin pensar en nada más que en eso, gozarlo al máximo. Y esto creo que ante todo ha sido Viejo Den durante 20 años.
Este sábado nos reunimos después de un largo tiempo sin coincidir todos juntos. Y lo hacemos para celebrar nuestro 20 cumpleaños. Será en un concierto acústico o semi acústico en la Casa de la Ciudad de Ciudad Real, nuestra ciudad. A las 19 horas y con entrada gratuita hasta completar aforo. Y ya estarían dados los datos.
Ahora me gustaría comentaros alguna cosa de estas que nos han pasado durante estos 20 años.
Empezaría por el principio.
Y así pues no sería justo no mencionar los conciertos que dábamos en el patio de David o en el garaje de mi casa, algunos de ellos a los muy tiernos 9 y 10 años, con guitarras de cartón tocando encima de canciones de los Beatles o Neil Young. Pero quizá sería remontarme mucho, no lo mencionaré.
Así pues, el 18 de diciembre de 2003 organizamos un concierto en el café Guridi de Ciudad Real, un lugar por cuya puerta siempre habíamos pasado, pero al que yo al menos, en la vida había entrado a mis 18 años. Alguien sabedor de nuestra inquietud debió decirnos: «ahí igual os dejan tocar», y allá que fuimos. Juan, al que pronto le perdimos la pista, hizo de mentor, y cual auto asumido experto nos estuvo hablando del negocio de la música. No sé si sabía mucho de ello, pero menos mal que nos obligó a hacer otro cartel, en el que la foto de presentación no estuviera hecha en la puerta del baño de mi casa.
Llegamos a ese concierto con una idea: «si se da bien, seguimos» y pasaron 20 años. Llenamos, lo gozamos como nunca, después salimos de fiesta, y ya no éramos simples jóvenes, ya éramos jóvenes músicos, y en ese momento, jóvenes músicos estrellas del rock.
A partir de ese momento, nuestras vidas fueron el grupo. La sensación que guardo de aquella época era la de quedar todo el tiempo; para crear la asociación, para ensayar, para ir a hablar con no sé quién que tenía un bar donde se podía tocar, para hacer unas fotos… Recuerdo salir rápido de la universidad, y que casi en marcha me recogieran David y Miguel en su Toledo rojo con la música a tope, un acelerón y palante’. Todo era Viejo Den.
Pronto además hicimos familia, y las fiestas de Viejo Den cuando mis padres se iban de fin de semana fueron un reclamo para mucha gente :):). Montábamos todo el equipo en el salón de mi casa, y a tocar.
Y poco a poco empezamos a dar conciertos por toda la provincia, a grabar maquetas, pronto también empezamos a tocar salir fuera, a Andalucía, a Madrid, a Zaragoza… En 2009 quisimos dar un punto más de profesionalidad a nuestra carrera, y con los cachés de algunos conciertos nos fuimos a grabar nuestro primer disco con Los Galván, a Alcázar de San Juan. Recuerdo interminable aquella grabación; «metería un cencerro en Equilibrio, vamos a Alcázar», «hay que regrabar unas palmas en Mienten, vamos a Alcázar»… La experiencia de grabar con dos profesionales de la música como Raúl y Gelu Galván, fue increíble.
De cualquier manera, no conseguimos llegar a tocar ni de lejos algo de lo que se podría llamar negocio profesional de la música. Recuerdo hablar con algunas discográficas, o no sé qué tipo de negocio carroñero que no nos interesó, y menos mal.
Y bueno, pues ahí seguiríamos. Después vinieron dos discos más hasta 2015, momento en que decimos parar, para «siempre». Ahí nos difuminamos en otros proyectos que necesitábamos también emprender, (como todo grupo estrella del rock que se precie, jaja) David empezó a componer sus temas, Miguel ya tocaba con todo el mundo, y Diego creó Old Dixieland Band, donde tocaríamos y tocamos también David y yo. Yo seguía componiendo pero guardando las canciones en el cajón, pues no tenía un contexto en el que desarrollarlas. Pero en 2019, una grabación entre prácticamente David y yo, y unas ganas contenidas de volver del resto de miembros del grupo, nos hicieron retomar. El trayecto a partir de ahí fue muy diferente, los años habían pasado, ya no éramos esos chavales de los primeros 2000, y quizá lo único que nos movía era vivir nuevamente la experiencia en cierta medida, porque musicalmente, creo que conseguimos realizar proyectos mucho más ricos que lo que había sido Viejo Den hasta ese momento. Yo saqué algún disco más bajo la denominación de Viejo Den, hicimos algún concierto, y con más de recuerdo que de hecho, nos plantamos en 2023, momento en que queremos celebrar todo esto y hacerlo a lo grande, bueno, a nuestro nivel de grandeza… Pero espero que disfrutando tanto como en cualquiera de nuestros primeros conciertos, porque eso es lo que fuimos, y eso es lo que somos al fin y al cabo.
Espero con muchas ganas que llegue el sábado y poder cantar las canciones de siempre, y contar alguna anécdota… No sé, quizá la del malogrado viaje a Barcelona, el pinchazo en Herencia, los melones de Llanos, las palmadas de Madrid, las migas tras los conciertos, el día de Jarabe de Palo… Yo que sé!
En fin, que este sábado es el día, y para ello además, vamos a contar con un montón de amigos que vienen a acompañarnos, estarán entre otros Dyso, Mariano Valdayo, Bárbara Caballero, Juanma Pérez de Mala Fortuna.. Y muchos más, algunos antiguos miembros de Viejo Den y otros que seguro que se van a unir a la familia, para los próximos 20, 30, 40 o 50 años…
Así que nada, ahí nos vemos. No se pierdan este evento, porque como los grandes eventos, no suceden muy a menudo.
Un abrazo.
