La belleza y la historia de cualquier lugar están custodiadas por el trabajo de los guías turísticos. Todo nuestro legado queda en sus manos para que sean ellos el primer contacto directo con el visitante. A través de su labor abren caminos desconocidos para quienes llegan hasta nosotros por motivos de ocio o de trabajo. Hoy, 20 de febrero, celebramos el Día Internacional del Guía de Turismo, una figura fundamental y única en la difusión de nuestra cultura.
Ante la efeméride, el Gobierno de Castilla-La Mancha agradece el callado trabajo de todas aquellas personas que se entregan en cuerpo y alma a defender los valores de nuestra tierra, a comunicar en su trabajo diario los elementos que hacen de nuestra Comunidad Autónoma un lugar moderno y de horizontes abiertos que mantiene vivo uno de los legados más impresionantes y valiosos que existen en el mundo.
Como consejera de Cultura, Turismo y Artesanía quiero destacar los lazos de unión que estos profesionales son capaces de hacer hilvanando con palabras sus conocimientos, labor que desempeñan de forma cierta y rigurosa gracias a un elemento de incalculable valor, su profundo amor por el lugar en el que trabajan.
Sólo de esta manera se garantiza una visita cuidada, un relato de los hechos que sirve para dibujar en la mente y el corazón del turista la personalidad de los castellano-manchegos, gracias al valioso peso de nuestra historia. Y es que sólo quien conoce bien un lugar es capaz de transmitir su esencia con precisión y de entregar no sólo esa reveladora primera impresión, sino también, la última.
A todos ellos mi felicitación y agradecimiento más profundo.
