Esta fotografía del Guadiana unido no se ve desde hace tres décadas. La siguiente y todavía inalcanzable etapa sería que volvieran a manar los Ojos del Guadiana para continuar hasta Zuacorta y desfilar hasta La Máquina. Son palabras mayores que de verse alguna vez desempolvarían la partida de nacimiento del río, aquella que se “quemó” en 1984 cuando se secó el último ojo y afloraron los incendios de turbas.
Sin embargo, nadie se atreve a descartar tal extremo a medio y largo plazo. Tal vez bastaría con que se replicara el actual periodo de lluvias unido a efectivas políticas de ahorro hídrico al amparo del Plan Especial Alto Guadiana al que le han tendido un mantel encima de la mesa.
El Guadiana más allá de Las Tablas
Mientras tanto, Las Tablas rebosan. En la puerta de salida del Parque Nacional, cuando el Guadiana llega a Puente Navarro tras circular por el humedal, la presa aguanta lo que puede pero aún así el agua salta en dirección a Flor de Ribera. En ese molino ubicado ya en el término municipal de Carrión de Calatrava, el Guadiana cobra vigor al desembocar el arroyo de la Posadilla. Más adelante, en el Castillo de Calatrava La Vieja recibe al arroyo Pellejero. Después llega al Vicario, el Jabalón, el Bullaque… y 700 kilómetros más adelante fin de trayecto en la frontera de Huelva con Portugal.
Respecto al Azuer, el caudal de este afluente hoy protagonista ha crecido en las últimas horas. Desde el pantano de Vallehermoso cerca de La Solana se está desembalsando más de 9.000 litros por segundo. Hay río, por lo menos para unos meses. Como habrá Cigüela porque Peñarroya también se presenta a tope. Este miércoles de Ceniza, Azuer, Cigüela, Guadiana y Las Tablas con 1.800 hectáreas encharcadas han sido la noticia.