Maria Luisa Manzanares y María Ángeles Mendoza, trabajadoras de la residencia, explicaron que el lunes habían preparado una “boda muy especial”. Dos residentes interpretaron a los felices novios y las arras fueron llevadas por una niña de tan solo noventa y tres años. No faltaron en el convite abuelas, madres y un sinfín de personajes más. Toda la comunidad disfrutó con el montaje. La actividad finalizó con el reparto de limonada y bizcocho para todos.
Así las cosas, el martes, 16 de febrero, a las once de la mañana, el salón de actos de la Residencia se convirtió en un clase con unos revoltosos alumnos y alumnas. Una maestra, mostró al inspector, las cualidades de su alumnado. Las anécdotas de los “pequeños” fueron aplaudidas por los residentes. La jornada del martes finalizó con el reparto de galletas para todos.
El personal de la residencia destacó el esfuerzo de los trabajadores en organizar estas actividades, que a su juicio “siempre merecen la pena”. Cabe destacar que esta fiesta de Carnaval se suma a otras celebradas durante el año en la Residencia de Ancianos “La Milagrosa” como la Fiesta de la Vendimia o de los Mayos.