En los últimos años se ha producido una expansión social del juego con dinero debido a la proliferación de salas de apuestas y salones de juego por todo el país, algo que ha hecho proliferar distintos tipos de juego y especialmente el juego online.
Esta amplia oferta y las implicaciones negativas que puede llegar a tener, como la ludopatía, ha generado preocupación en las familias, las asociaciones de afectados por ludopatía y, por supuesto, entre las autoridades sanitarias.
Según la encuesta EDADES, en Castilla-La Mancha, cerca de la mitad (46 por ciento) de la población de entre 15 a 64 años ha jugado en los últimos doce meses, el 25 por ciento lo ha hecho en el último mes y un 2,4 por ciento a diario.
En cuanto a la modalidad de juego, en general, las personas encuestadas prefieren la versión presencial a la online. No obstante, el juego a través de internet es cada vez más corriente, habiéndose duplicado en los últimos cinco años, mientras que la modalidad presencial disminuyó de forma importante a partir de 2020, debido, en parte, a la pandemia por COVID-19.
Los datos de prevalencia de la Comunidad Autónoma, en comparación con los de España, son similares en el juego online y menores respecto al presencial.
Los tipos de juego más utilizados son las loterías, a las que juegan más del 40 por ciento de la población, las loterías instantáneas o rascas y las quinielas de fútbol, fuera de Internet. A través de la red, son más corrientes las apuestas deportivas, loterías y juegos de casino.
Los resultados de la escala sobre juego problemático nos indica que el 1,1 por ciento de la población general de Castilla-La Mancha tienen un posible trastorno por juego. El mayor riesgo de juego problemático lo encontramos en el juego online.
En cuanto al género, los hombres juegan en mayor proporción que las mujeres y con apuestas más altas, especialmente a través de internet, donde los porcentajes masculinos duplican a los femeninos. Sólo en el bingo presencial el porcentaje de mujeres supera al del colectivo masculino. En cuanto a la edad, los más jóvenes (20-39 años) son los que apuestan en mayor medida a través de Internet.
El estudio realizado a los adolescentes a través de la encuesta ESTUDES demuestra la importancia del problema del juego con dinero entre los más jóvenes. Uno de cada cinco estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha ha apostado dinero en juegos de azar en los últimos doce meses. En el territorio nacional el porcentaje es aún mayor, suponiendo un 25 por ciento de la muestra.
Los chicos son los mayores usuarios de los juegos de azar, tanto de forma presencial como a través de la red. No obstante, la evolución en el consumo de juego por parte de las chicas es claramente ascendente, sobre todo en lo que respecta al juego online, cuyas cifras se han multiplicado por más de dos, según los datos de las últimas encuestas.
Considerando los tipos de juego, los más corrientes son los juegos de loterías, loterías tipo ‘rasca’ y quinielas, todos ellos fuera de internet. Dentro de la red destacan, sobre todo, los juegos de casino, las apuestas deportivas y los juegos de cartas con dinero. El bingo presencial, al igual que sucedía en la población general, es el único juego donde las chicas presentan un porcentaje mayor que los chicos.
Especialmente preocupante resulta el elevado número de menores de edad que consumen juegos de azar, cuando tal posibilidad debería estar vedada para este colectivo según la legislación vigente. Los resultados de la encuesta ESTUDES 2021 nos confirma que casi uno de cada cinco menores de edad ha jugado alguna vez en el último año online u offline. Los menores pudieron entrar en el juego a través de internet dando una identidad falsa o usando la identificación de personas adultas. La necesidad de controlar el acceso, tanto online como presencial, de los menores al juego es evidente.
Según los resultados de la escala Lie/Bet, casi el cuatro por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años pueden tener problemas con el juego, cifra mucho mayor que la encontrada en la población general.
En cuanto al dinero, cuando se les pregunta sobre la apuesta máxima realizada en un día, el resultado es que en el juego presencial lo más corriente es jugar menos de seis euros, mientras que el valor modal en el juego online está entre seis y 30 euros. Podemos afirmar pues, que los estudiantes, como sucede entre la población general, arriesgan más dinero dentro que fuera de internet. También realizan apuestas más onerosas los chicos que las chicas.
Juego Patológico
El juego patológico es una de las adicciones sin sustancia contemplada en la clasificación internacional de enfermedades CIE-10 y DSM-5. Esta última la incluye dentro de la categoría de las adicciones, al mismo nivel que las drogodependencias y el tabaquismo.
Según la información obtenida a través del Indicador de Admisiones a Tratamiento por Adicciones, en Castilla-La Mancha el número de pacientes con ludopatía ha ido aumentando progresivamente, multiplicándose por 2,5 de 2012 a 2019. Durante los años 2020 y 2021 el número de admisiones desciende de manera importante debido a la pandemia por COVID-19.
En cuanto a los datos económicos de Castilla-La Mancha, en el año 2022 el margen de juego de gestión autonómico era de 202,4 millones de euros, del cual el 86 por ciento pertenecía a las máquinas tipo B. Hay una tendencia a la disminución del número de máquinas tragaperras en bares y cafeterías, al tiempo que ha aumentado la recaudación en máquinas tipo B de salones de juego, bingos y casinos.
Actualmente existen en la región 4.457 establecimientos de hostelería con un total de 6.427 máquinas. Las tragaperras continúan siendo el sector más importante dentro del mercado del juego autonómico.
En cuanto al resto de casas de juego, en Castilla-La Mancha se contabilizaron en 2021 un total de 200 establecimientos, donde los salones de juego (172) son los más numerosos.
Los investigadores advierten de que el juego online puede derivar más fácilmente hacia un juego patológico que el presencial, debido sobre todo a la elevada accesibilidad, ya que se puede jugar desde el móvil todo el día, desde cualquier lugar y de forma privada, lo que dificulta el control.
Por último, hay que hacer una especial referencia al sector de los videojuegos, en el que también se está introduciendo el juego con dinero a través de las llamadas ‘cajas recompensa’ o ‘loot boxes’. Es una estrategia especialmente peligrosa si tenemos en cuenta que los usuarios/as de videojuegos son básicamente menores de edad y adolescentes.