El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha asistido este miércoles en la Facultad de Letras, a la presentación del libro “Ciudad Real en los años del Progreso” de la editorial Serendipia, que repasa los últimos años del siglo XX en la capital de la provincia.
“Es un placer acudir a la presentación de este libro que habla de unos años trascendentales para la historia de la ciudad”, asevera Francisco Cañizares, “nuestro país pegó un salto importantísimo en aquella época, pero es cierto que en Ciudad Real esa evolución se notó de manera más significativa”. Así, ha recordado que “antes de esta época Ciudad Real ni siquiera era la ciudad más importante de la provincia”.
De igual manera, “además de la iniciativa de la editorial y de la elección de José María Barreda, hay que alabar la decisión de hacer una obra coral. Al final las cosas se hacen de esa manera, entre todos, y que nos lo cuenten muchas voces autorizadas que estuvieron en ese momento le añade al libro una parte sustancial para entender cómo evoluciona una ciudad”. Y añade, “este trabajo colaborativo explica muy bien cómo se construye la historia de una ciudad, entre muchos. En la política debemos buscar lo mejor del interés general”.
El libro nació a propuesta de la propia editorial al que fuera presidente de Castilla-La Mancha además de historiador, José María Barreda, que rápidamente tomó la idea e incorporó al proyecto a un total de 10 especialistas y protagonistas de la época, que no es otra que los primeros años de la Democracia y la Autonomía en Ciudad Real.
“El libro es una reivindicación de la buena política”, resume José María Barreda, “cómo cuando hay una política ambiciosa, centrada en los problemas reales y que pone por encima el progreso y el desarrollo de un pueblo se consiguen éxitos”. En ese sentido, el coordinador de la obra, apunta a tres coyunturas muy excepcionales que fueron transformadoras, “la llegada de la Democracia a España, la Autonomía de Castilla-La Mancha y la incorporación del país a Europa. Yo a esto lo llamo la trilogía reformista”. Como grandes hitos para la ciudad, la Alta Velocidad ferroviaria, la Universidad o el Hospital General.
Usar la universidad para fines personales, es usar lo de todos, para unos pocos. Y eso no es socialismo, aunque tengas el carnet del partido.
Flipo con el papanatismo de Cañizares, prestándose a esta burda campaña de lavado de imagen de los socialistas para distraer del personal con nostalgias del pasado, para que deje de prestar atención sobre la crisis institucional más grave vivida por este país en toda la etapa democrática.
Esta actitud meliflua del PP desconcierta a sus votantes y hace presagiar que el colapso del pacto constitucional del 78 es ya inevitable.
Me pregunto, qué tiene que ver una cosa con otra, señor Gavilán.