«Tres obreros trabajaron de madrugada decorando la nueva estatua de Isabel la Católica»

Artículo firmado por Ángel Aguas Nuevo, miembro del grupo de Izquierda Unida en Ciudad Real

Fue una lástima no disponer estos días de cámara de fotos para atestiguar lo que digo. No quiero ser aguafiestas.. Tampoco voy a entrar en la simbología de la nueva estatua de Isabel La Católica en la avenida Reyes Católicos de Ciudad Real. Simplemente quiero que las personas que habitan esta ciudad sepan que hasta altas horas de la madrugada previa a su inauguración al menos tres trabajadores estuvieron tapizando de flores el dibujo en cruz que rodea la efigie. Y no debemos acostumbrarnos.

Es una inmoralidad obligar a desarrollar de noche trabajos públicos de jardinería. No podemos acostumbrarnos a estos excesos prepotentes de unos gobernantes y ciertos acólitos. No hay justificación alguna para esta jornada laboral intempestiva, por muchas prisas que corriera la inauguración. Se pospone y punto.. Menos aún en pleno invierno: la escarcha que adornaba las efímeras flores al amanecer del 2 de febrero da idea de las inhumanas condiciones bajo las que los obreros desarrollaron su trabajo. Y menos todavía para el autobombo de la señora alcaldesa, el señor concejal de sostenibilidad y el señor presidente de la Caja Rural que, dicho sea de paso, le ha puesto al regalo el precio que ha querido.

El diseño de la rotonda que ahora preside la estatua que nos ocupa se ha modificado en reiteradas ocasiones, por la falta de la debida planificación (¿no tendrá algo que ver que el servicio de parques y jardines esté privatizado?). Esto ha exigido excesos de jornada y trabajos en fin de semana en fechas recientes, sin justificación suficiente dado el objeto del trabajo (si no se inaugura un día, se inaugura otro: no se trataba de una emergencia). El viernes 29 de enero se ocupó toda la mañana y toda la rotonda con coches mal aparcados a la vista de la policía municipal para medir con la propia estatua en vilo dónde había que hacer los agujeros al pedestal para su asiento. En algún momento la estatua colgada pasó por encima del trabajador que operaba sobre el pedestal, con el consiguiente peligro de aplastamiento bajo dos mil kilos de bronce.

No hay que leer mucho la Doctrina Social de la Iglesia para darse cuenta de que defiende que el trabajo es para la vida, y no la vida (la familia, el descanso, el ocio, la integridad personal) para el trabajo. Pero el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Caja Rural han pasado por encima de estas consideraciones católicas como la reina homenajeada. Se evidencia así que de poco le sirve al equipo de gobierno municipal, con la alcaldesa al frente, esté al cabo de todo evento de religiosidad popular que se celebra en la ciudad. El segundo de a bordo y concejal de sostenibilidad tiene bien reciente la eucaristía en la que participó con su familia en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva el pasado domingo, que tampoco le hizo mucho efecto: aprovechando la presión que sobre los trabajadores en activo ejerce el ejército de reserva de más de cuatro millones de trabajadores en paro exigió, bien directamente o a través de la empresa interpuesta, que al menos tres obreros trabajaran a horas inhumanas bajo un ambiente inhumano en una actividad absurda a esas horas de la madrugada. Ni todo vale ni todo se puede pagar con dinero.

El evangelio de este miércoles cuenta cómo Jesús de Nazaret se asombraba de la falta de fe de sus paisanos. Señores del Partido Popular en el Ayuntamiento, tan católicos ustedes: que no tenga Jesús que pensar lo mismo de ustedes.

Quizá sea necesario un desayuno municipal de oración para recuperar la coherencia evangélica de las autoridades locales y poner las instituciones al servicio de las personas y no al revés. Menos crucifijos en los despachos y más actitudes humanizadoras.

Firma: Ángel Aguas Nuevo. Grupo de Izquierda Unida en Ciudad Real.

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