Ramón Castro Pérez.- Han prohibido el uso de dinero en efectivo. La Ley 23/2025, de 8 de abril, de restricción monetaria y supresión de efectivo, entra en vigor mañana. Son muchos los que hoy han hecho cola hasta tarde, para ingresar toda la pasta en el banco. Y no sin razón, pues la ley castiga con prisión permanente revisable la tenencia de dinero líquido. Además, autoriza a la policía a registrar, sin orden judicial, tu domicilio si se sospecha que tienes monedas o billetes escondidos en casa. Yo, por si acaso, he estado limpiando los tres últimos días y he tirado todas las cajas, carpetas, archivadores, huchas y ceniceros que andaban entre los muebles y los cajones. Creo que puedo decir que no tengo ni un euro en casa y, aunque mi palabra no valdría mucho más que la de mi vecino, al menos estoy algo más tranquilo que ayer. Me ha llamado madre para preguntarme si yo sabía dónde guardó padre la colección de pesetas y duros (alguna perra gorda había también), que el pobre no se acuerda si la regaló o si está por ahí en medio de alguna cubertería. ¡Qué barbaridad! A dos horas de la entrada en vigor y mis padres andan ahora con estas. No queda otra que acercarme corriendo a casa y registrarlade arriba a abajo. Al hacerlo, he encontrado:
La foto de la comunión, un «Spectrum 48k», el casette y una cinta del «Comando» en su interior, el libro “Edad prohibida”, un semicírculo graduado, un imán de naranjito, un jersey de ochos, el «spiderman» de cartón que regalaban con los «phoskitos», un trompo con púa asesina, una portería del »subbuteo», un sacapuntas de cuchilla, un pelo de sierra de marquetería, unos pantalones de pana, un walkman «autoreverse», el cazo de la leche, un transformador de 125, un «rotring», un casco de «mirinda» y, justo debajo de una libreta Guerrero, la colección de duros y pesetas ¡Y también la perra gorda!Menos mal.
Hemos llamado a un 900 que la autoridad monetaria ha facilitado con el fin de enviarnos un equipo de retirada de efectivo. Acaban de irse con la colección. Mi padre llorando, mi madre dando gracias a Dios y yo haciéndome un poleo para calmar los nervios. En fin, el caso es que han dado las doce y aquí ya no hay monedas. Ni aquí ni en ningún sitio. A partir de mañana pagaremos con las pupilas por imperativo legal. Solo espero que las máquinas lectoras no accedan a lo que pienso, lo que siento o lo que soy y que, únicamente, se conformen con conocer cuánto dinero tengo.
Este relato de ficción fue escrito en abril de 2019. El 18 de noviembre de 2023, el servicio Redsys experimentó problemas que impidieron llevar a cabo pagos con tarjeta y a través de bizum. El uso de efectivo ha caído sustancialmente en los últimos años y este proceso se ha acelerado desde la Covid-19. El euro digital es un proyecto del Banco Central Europeo, ya en fase de preparación.
Bien contado. Pero creo que vamos de hoz y coz a eso. Me divierte tomar una cerveza y pagar con lo oho… que diría un andaluz.