Tal y como explica el alcalde de la localidad, Fernando Calso, se ha procurado con este curso que los menores se inicien en una actividad que actuase de trampolín para continuar su formación en otros cursos formativos o bien aprendieran a desenvolverse a nivel laboral; fomentase su motivación al observar que sí tienen aptitudes para trabajar; y, finalmente, aprendiesen a colaborar en grupo y reforzasen sus actitudes positivas. Asimismo, el primer edil rabanero hace especial hincapié en la necesidad de “apostar por una formación adecuada que supone una garantía de futuro para encontrar trabajo”.
Por su parte, la directora del taller, Beatriz García, destaca la gran demanda que ha tenido el mismo. No en vano, han sido más de cuarenta los jóvenes del municipio los que se han interesado por un taller que supone la oportunidad de optar a un nuevo curso formativo el próximo año. Asimismo, García destaca que este tipo de cursos “abren muchas puertas para aquellos chavales que quieren estudiar un módulo formativo de soldadura o de calderería porque ya poseen un nivel básico”.
Una opinión que también comparte el gerente de la empresa Comepu Metalurgias S.L., Andrés Ramón Díaz, quien destaca los beneficios de un taller que para los jóvenes supone “el inicio de su porvenir” y corrobora la máxima que señala que “en tiempos de crisis, apostar por la formación es apostar por el futuro”.