Tradicionalmente la candelaria siempre ha ardido en la víspera de la fiesta grande, cuando las luces del sol menguan, hacia las 20,00 horas. Consumida la leña, los presentes esperan a que las brasas den la cara para asar sardinas, chorizo, panceta o cualquier otra vianda y calentar también así el estómago regado también con la oportuna bebida. Esta luminaria y todo lo que se mueve alrededor concita la presencia de muchas personas, como bien ha explicado el alcalde pedáneo, Alfonso Ruiz, quien ha destacado que este momento de fiesta une, efectivamente, a todo este entorno alcudiano incluidos los que ahora realizan las tareas pastoriles.
En cuanto al día grande, el martes 2 de febrero se desarrollará misa al mediodía para, a continuación, dar paso a la procesión por el entorno del templo bajo cuya protección se ampara este enclave histórico, en el cual se asienta el yacimiento arqueológico de Sisapo. Por la tarde habrá un partido de fútbol entre la asociación de La Bienvenida y otro equipo llegado de fuera, con trofeo para el ganador. Y ya de noche, hacia las 21,00 horas, está programada la verbena que será amenizada este año por el Trío Ilusión gracias a la aportación del Ayuntamiento de Almodóvar del Campo.