Jesús Millán Muñoz.– El Museo de Ciudad Real o Museo Provincial de Ciudad Real, que dispone de dos sedes y de dos edificios, uno el de la Calle Prado, otro el edificio del Convento de la Merced.
Diríamos que la sede de la calle Prado es, sintetizando y resumiendo, paleontológico e histórico, y, el de la Merced es de Arte, desde lo medieval hasta el momento actual.
En esta modesta serie de artículos sobre los museos de arte y de arte contemporáneo en la Mancha que estoy construyendo, hemos llegado al Edificio Convento de la Merced, como un conjunto de salas que reflejan el arte y el arte a lo largo de los siglos… Pienso que es un edificio, cuyo recipiente y cuyo contenido es digno y merecedor de elogios. El edificio y las restauraciones que han ido sucediendo, pasando por convento de la orden de la Merced, después, por Instituto de Educación Secundaria, y, hasta el momento actual como sede museo, ha sido una historia larga, como es y ha sido los recovecos de estas tierras… -y, otros usos, que no viene a cuento narrar aquí-.
Disponen obras de Gordillo, Saura, Tapies, Chillida, Fisac, Alberto Sánchez y otros… tanto del siglo veinte y del siglo que ya casi arrastramos un cuarto, y, evidentemente una colección de arte de siglos anteriores, como hemos indicado.
Me pregunto, qué hay que hacer para revalorizar los museos, concepto que se aplica a éste, pero a todos, y a todos los artículos que estoy escribiendo sobre este tema. En algunas columnas indico una nota o sugerencia, y, en otras, otra… Este museo y esta sede, no solo el edificio es una obra de arte en sí, una obra de arquitectura que debe ser visitada, por sus restauraciones y sus encuentros estéticos y arquitectónicos, con lo que se ha ido encontrando, sino con lo que tiene y dispone…
A veces, uno habla con las personas, y, se da cuenta, que si existen en una ciudad, como es ésta, varios museos, quizás hayan visitado uno. La pregunta es cómo hacer que las personas que viven en la misma localidad vayan visitando los museos que están en ese lugar. Porque es la manera, fácil y rápida, que otros visitantes, familiares venidos de lejos o de cerca, se les invite a dichas visitas. No es necesario nos guste el arte actual, porque vamos vestidos de las formas actuales, en las artes se ha producido también la misma evolución, en concreto, antes que en el vestido…
Como dicen, que no vale, una filosofía, repito mucha esta idea, que los viejos maestros del pensar griego recordaban, no vale una filosofía que no cure algún mal humano. Sugiero a este museo, y, a cualquiera de la Mancha, si es que ya no lo han hecho, inviten a todos los colegios de la ciudad y otras organizaciones y entidades de la ciudad, que los visiten, que les organicen una marcha por sus fondos y exposiciones…
Y, en el caso de este museo en su sede de la Merced, en su sede de Bellas Artes, que piensen y realicen un directorio de autores y autoras de las artes plásticas de la provincia, o, empiecen por la provincia. Es o puede ser un Directorio Virtual, que sin selecciones previas, puedan estar, en cincuenta líneas, mencionados, algo de la biografía y algo de los enlaces de las páginas de cada autor o autora, en todas las ramas de las artes plásticas: pintura, escultura, dibujo, grabados, fotografía, moda, restauración, artesanía, diseño, etc. Porque para amar algo, hay que primero conocerlo, para conocerlo hay que saber lo que existe o ha existido… -nos llevaremos una sorpresa de toda la riqueza cultural y artística y estética, que ha existido en este terruño del mundo, en esta tierra, incluso hoy, en este lugar, del mas oeste de Eurasia…-.
Tenemos que cambiar la mentalidad, ser conscientes, que hoy, la cultura y la Cultura, es una fuente de turismo, y el turismo atrae personas, y estas personas producen unos gastos, y, por tanto mueven la economía, y, producen empleo. Empleo que tanto necesitamos, el arte y las artes como un motor, aunque sea pequeño, de creación de trabajo y empleo, y, por tanto, una manera de atacar al dragón y fantasma de la España despoblada y deshabitada y siempre en migración.
Nosotros tenemos que querernos y estimarnos y valorarnos. Siempre expreso, que cualquier museo equis, sea local o provincial o comarcal, tiene, quizás con distintas firmas, firmas locales, arte y artes en todas las tendencias que están en los grandes museos internacionales. Repito la idea, si estamos orgullosos de la ermita que tenemos en el pueblo de hace tres siglos, aunque no tengamos la catedral de León o de Reims o de Sevilla o de Burgos, también tenemos que sentirnos orgullosos por tener, los autores y autoras que estas tierras han ido dando, o las colecciones y obras de autores nacionales o internacionales que dispongamos… Se pueden invitar a coleccionistas privados que depositen algunas de sus obras, para dar mayor visibilidad a sus colecciones, para dar mayor presencia a este museo y a otros… Se pueden tener más obertura y abertura de criterios para aceptar donaciones de artistas plásticos de sus localidades, comarcas, provincias, región… Se pueden intercambiar obras de arte actual entre los museos y colecciones de arte contemporáneo de la Mancha…
Hagan una encuesta, sugieran a un medio provincial que hagan una encuesta a las personas que vivimos y habitamos en la ciudad, cuántas han visitado de la media docena de museos que están al lado de su casa, cuántos han visitado, aunque sea una vez… Y, quizás, esto pueda producir un estudio empírico y real de la realidad, y, por tanto, buscar ideas y sugerencias y medidas y posibilidades…
El Museo de la Merced, como a veces, popularmente se le denomina, aunque adscrito al Museo de Ciudad Real, siendo una de sus sedes, es un museo digno y honesto y bello que merece ser visitado, no una vez, sino varias… Cierto es, el que mueve esta modesta y humilde pluma, lo ha visitado muchas veces, y, cada vez, veo y percibo unas realidades distintas, nuevas e interesantes y conceptuales…
Sé, que le debía a este museo, -en su totalidad, no solo a una exposición concreta-, redactar un artículo de opinión, he estado muchas veces, pensándolo y pensándolo hacer. Ya, con esta columna, lo he hecho, ya he cumplido, diríamos esta obligación personal. Ahí queda, supongo que no será el último…