Dos ideas, dos propuestas, dos iniciativas que fueron directamente… a la papelera, repleta de ideas ajenas y diversas que tanto molestan al Alcalde.
El Alcalde ha convertido el Pleno de la Corporación, que debería ser un ámbito de participación política, intercambio de ideas, debate y análisis de propuestas e iniciativas, en un foro adormecido, aburrido y aborregado, donde las ideas distintas no merecen ser debatidas y analizada, y donde no se respeta el esfuerzo de quienes las han elaborado.
Sin debate. Sin respuestas. Sin participación democrática. Sin crédito ciudadano. El Pleno de la Corporación languidece convertido en un rebaño donde pastorea, desde hace 31 años, el mismo grupo político. Todo ello bajo el aplauso de los concejales del gobierno municipal, que disfrutaron hasta el éxtasis con el comportamiento sectario y caciquil del Alcalde Accidental, que emuló al titular, en paradero desconocido. ¡Cómo resonaban las palmas en la Plaza de la Constitución cuando el alcalde accidental entraba en el despacho! ¡Cómo lo vitoreaban y gritaban su nombre! ¡Cómo babeaban en su presencia! ¡Qué demostración de liderazgo había dado en el Pleno! ¡Cómo se había escondido y rehuido el debate! ¡Qué demostración de ventajismo político había dado!
Muchos ciudadanos creen, cada vez con más fundamento, que es una necesidad democrática conseguir un cambio político en las próximas elecciones municipales. Más de treinta años ininterrumpidos en el poder municipal generan un sectarismo, caciquismo y clientelismo político de niveles insoportables, como ocurrió en el último Pleno ordinario.
La etapa política del apuntalamiento no volverá a repetirse. Es necesario trabajar con rigor para conseguir un futuro político más democrático, más participativo y menos sectario. Tarea fundamental para los concejales de Izquierda Unida y para toda la organización en Puertollano.