La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el próximo lunes, 13 de noviembre, a 24 personas acusadas de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas, detenidas en el marco de la macrooperación Harayco, que operaba en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Valencia, Huelva y Cádiz, y para los que la Fiscalía pide para ellos penas que prisión que oscilan entre los siete años y el año y medio, así como al pago de multas que van desde los 1,8 millones de euros, la más alta, a los 200 euros, la más baja.
La Guardia Civil, en el marco de dicha operación, llegó a incautar media tonelada de hachís, tres kilos de cocaína y más de 100.000 euros en metálico, además de desmantelar 18 puntos de venta de sustancias estupefacientes en diferentes localidades de la provincia de Ciudad Real y Toledo.
Según el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, la banda que este lunes se sienta en el banquillo comenzó a operar en agosto del año 2020 distribuyendo cocaína y hachís por diferentes localidades de la provincia de Ciudad Real, para después ser vendida a través del «menudeo» en diferentes domicilios.
La localidad de Daimiel actuaba como «centro neurálgico del desarrollo de actividad», desde donde el cabecilla del grupo, F.J.P.V., apodado como ‘Ray’, repartía la droga a «otros escalones de distribución de menor entidad e incluso vendedores finales» repartidos por diferentes municipios de las provincias de Ciudad Real y Toledo, según reza el escrito del Ministerio Fiscal.
F.J.P.V. recibía la droga gracias a otros dos acusados, C.C.M. y O.B., y a otros dos hombres, de nacionalidad marroquí declarados en rebeldía, quienes hacían llegar la cocaína a Daimiel de la zona del Levante, mientras que el hachís era transportado desde las provincias de Huelva y Málaga.
En Daimiel, la Guardia Civil llegó a incautar 87 kilogramos de hachís, 1,5 kilogramos de cocaína y más de 100.000 euros en metálico. También se consiguió desarticular un laboratorio indoor de cannabis. Los 330 kilogramos de hachís restantes fueron aprehendidos en Mérida, tras una persecución policial al vehículo que transportaba, desde Huelva, diez fardos de hachís en su interior y que pretendía introducirlos en la provincia de Ciudad Real.
OPERACIÓN HARAYCO
La operación se inició a consecuencia del repunte del consumo de estupefacientes en diversas localidades de la provincia de Ciudad Real, a principios de agosto del 2020.
Las primeras actuaciones desembocaron en una primera incautación de 66 kilos de hachís en el término municipal de Almodóvar del Campo, cuyo destino era la localidad Daimiel, desde donde serían distribuidos a los diferentes puntos de venta en la provincia, así como a otros distribuidores de la provincia de Toledo.
El 8 de junio de 2021 se realizaron 27 registros domiciliarios en varias localidades de la provincia de Ciudad Real (Ciudad Real capital, Puertollano, Miguelturra, Alcázar de San Juan, Herencia, Daimiel, Torralba de Calatrava e Hinojosas de Calatrava), en la provincia de Toledo (Yuncos e Illescas) y en las provincias de Valencia, Huelva y Cádiz.
Los registros se saldaron con la aprehensión de 87 kilos de hachís, 80 de los cuales se localizaron en una «guardería» en la localidad de Daimiel, un kilo y medio de cocaína de alta pureza, un laboratorio indoor de cannabis, 5 bolsas de marihuana, 6 vehículos, más de 100.000 euros en metálico distribuidos en diferentes viviendas y diverso material relacionado con la elaboración de la droga.
La explotación de esta operación supuso el mayor golpe al tráfico de hachís en Castilla-La Mancha y la desarticulación del mayor distribuidor de cocaína de la provincia de Ciudad Real.