El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reivindicado que el vino siga manteniendo una posición de fortaleza en la agricultura de las regiones vitícolas europeas y que sirva como mecanismo de conexión entre un mismo patrimonio de todos los Estados, atendiendo a los nuevos criterios de sostenibilidad y rentabilidad que se deben manejar en el futuro, como reducción de productos fitosanitarios o utilización de técnicas genómicas, tal como mandan las propuestas que están realizando las instituciones europeas en estos momentos.
Esta es la posición que ha defendido el Gobierno de Castilla-La Mancha en la reunión de trabajo de AREV a la que ha asistido el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán y en la que se ha dirigido a las instituciones europeas para que defiendan la realidad del sector vitivinícola de Europa, “lo que tiene que llevar a que entiendan sus reivindicaciones y a aplicar medidas que realmente supongan un apoyo a la continuidad de un sector tan importante en tantos países de la Unión Europea”.
Cuatro grandes objetivos
En este contexto, Julián Martínez Lizán ha enumerado los cuatro grandes objetivos que se plantean y que pasan por el comercio, la mejora de la PAC, el cambio climático y el consumo.
Respecto al comercio, el consejero ha comenzado dibujando el panorama global actual, caracterizado por la existencia de vinos cada vez más competitivos y, así se ve año tras año en la evolución de los volúmenes exportados a terceros países fuera de la Unión Europea, a lo que hay que sumar que el consumo ha bajado en los Estados miembros. Ante ello, el consejero ha abogado por ofrecer productos de máxima garantía, reforzados por las DO y las IGP; ofrecer productos de máxima seguridad alimentaria, como las producciones ecológicas, así como “esforzarnos para seguir promocionando el consumo responsable del vino para lograr una mayor cuota de mercado y preservar la cultura y la identidad de cada zona”.
Respecto a la PAC, Martínez Lizán ha pedido una revisión y ampliación de la dotación de la destinada al viñedo para que cubra las necesidades reales y actuales del sector, con un doble objetivo, mantener vivos los espacios naturales del viñedo, en el caso de Castilla-La Mancha más de 450.000 hectáreas que tienen una componente importante de conservación medioambiental y sumideros de carbono, y en segundo lugar, para mantener el desarrollo económico de los municipios.
Por lo que respecta al tercer objetivo, relacionado con el cambio climático, el consejero ha dejado claro que no se puede obviar que cada día tiene mayor influencia y más directa en las producciones y así lo demuestra que, en los últimos años, haya bajado la producción del vino a causa de afecciones climáticas. “Por tanto, tenemos que garantizar la pervivencia de los cultivos con avances científicos que pongan al alcance los agricultores nueva variedades o mejoras genómicas que las hagan más resistentes y resilientes a las adversidades climáticas, sobre todo las vinculadas a la sequía y los ataques de patógenos”, ha dicho el consejero.
Este punto también está afectado por las exigencias del Pacto Verde Europeo en cuanto a la obligación de reducir los productos fitosanitarios en los cultivos Y para finalizar esta cuestión, Julián Martínez Lizán ha recalcado la importancia de medidas como la digitalización y tecnificación del sector para luchar contra los efectos del cambio climático.
En cuanto al cuarto y último objetivo relacionado con el consumo, el consejero ha manifestado que es necesario garantizar la seguridad alimentaria “que solamente en el ámbito de la Unión Europea, en nuestros territorios de producción vitivinícolas, son los que lo hacen con máximas garantías y, por tanto, se debe aplicar el mismo nivel de exigencias en el caso de importaciones de terceros países”.
Etiquetado y consumo
En cuanto al cuarto y último objetivo relacionado con el consumo, el consejero ha manifestado la necesidad de que se desarrolle una normativa autorizada en materia de etiquetado en Europa “porque cualquier otra cosa llevaría a confusión a las personas consumidoras”.
Por lo que respecta al etiquetado de salud, ha reiterado la importancia de que parta de un consumo moderado y responsable por parte de personas adultas y sanas porque está demostrado científicamente que tiene factores beneficiosos para la salud. Y, por tanto, en lo que es necesario trabajar es en la formación y concienciación ciudadana y en el consumo responsable en cualquier producto que en exceso pudiera resultar perjudicial. En este sentido, se ha dado el visto bueno a la elaboración de una resolución que contemplará estas y otras cuestiones referentes al futuro del sector.
El último punto abordado sobre el consumo, el consejero ha celebrado que Europa, en la última Comisión de Agricultura y Pesca, haya decidido potenciar las indicaciones geográficas, que están demostrando que han hecho posible un aumento del volumen de comercialización como el valor económico, en un contexto de mayor dificultad a la hora de comercializar vinos, “además que son también una forma de preservar la cultura vinculada al territorio y de mostrar las diferencias concretas que cada zona tiene en la producción y elaboración de sus uvas y vinos”.
Para finalizar, el consejero ha felicitado a Oliver Serrano, que ha sido elegido por unanimidad por el Consejo Europeo Profesional del Vino como secretario general de la AREV, “por su compromiso de defensa de la agricultura y la ganadería de la región”.