Así lo explicaba ayer María Cobo, responsable de Hostelería y Nutrición del Hospital General de Tomelloso, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, durante la charla que impartió en el Colegio José María del Moral de esta localidad sobre ‘Buenos hábitos alimentarios en escolares’ ante unas 40 madres y padres.
Esta especialista comenzó su exposición explicando los diferentes grupos de alimentos que existen y la aportación de nutrientes que hace cada uno al organismo humano.
Después, en función de estas consideraciones, explicó qué cantidad y con qué frecuencia los niños deben ingerir frutas, verduras y hortalizas, lácteos, carnes y embutidos, pescados, huevos, legumbres, cereales, frutos secos, azúcares, aceites y grasas y finalmente agua con el fin de lograr una dieta equilibrada y variada tanto en cantidades como en alimentos.
Además, según destacó, una buena dieta debe estar acompañada siempre de actividad física, por lo que también aportó algunos consejos para promover el deporte entre los pequeños.
Precisamente, estos dos puntos centraron la charla puesto que la salud presente y futura de los niños depende tanto de lo que comen como de la actividad física, mientras que el exceso de peso en la infancia conlleva un aumento del riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Ante esto, su recomendación fue crear hábitos alimentarios correctos entre los que figuren la ingesta de frutas y verduras, no consumir en exceso chucherías, refrescos, bollería y aperitivos salados y procurar que los niños hagan entre cuatro o cinco comidas al día poco copiosas.
En lo que se refiere al deporte, María Cobo destacó la necesidad de potenciar la práctica deportiva que, además de ser muy beneficiosa para la salud, es una forma muy positiva de relacionarse y aprender valores como el compañerismo, el espíritu de lucha, el esfuerzo personal y a conseguir objetivos personales y de equipo.
Otro de los temas que abordó fue la falta de apetito, cuya causa principal puede ser algo tan simple como tomar chucherías entre comidas o comer bollería industrial, un tipo de alimento con muchas calorías que sacia muy pronto el apetito pero con un valor nutricional muy pequeño.
Finalmente, el último punto abordado fue la importancia del papel de los padres y maestros en la educación alimentaria de los niños: “Enseñar a los niños a comer saludablemente no es fácil, pero si los mayores comienzan a enseñarles desde pequeños, imitarán sus hábitos alimentarios saludables desde un principio”, concluyó.
Este tipo de actividades se incardinan dentro del compromiso que mantiene el Gobierno de Castilla-La Mancha para promover hábitos de vida saludable y la realización de ejercicio físico con el fin de evitar enfermedades prevenibles y derivadas del sedentarismo como la diabetes o la obesidad.
Para ello, entre otras acciones, las Consejerías de Educación y la de Salud y Bienestar Social vienen trabajando en proyectos como la publicación de una guía de comedores escolares, para garantizar una dieta equilibrada por parte de los centros educativos, e iniciativas como los desayunos cardiosaludables que se realizan en colegios en colaboración con organizaciones como la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha.
