El Río Guadiana se ha visto en estos días con un nivel de agua desconocido desde hace años. Uno de los aportes importantes del río es el canal que pasa por Alameda de Cervera.
Desde al menos los años noventa del siglo pasado, el canal del Gran Prior no presentaba el nivel de agua que ha alcanzado durante estos primeros días del año, producto de las lluvias y las nevadas de diciembre y enero, cuyos efectos reales sobre las aguas subterráneas del acuífero no podrán conocerse fielmente hasta dentro de unos meses, aunque en el algunos sondeos cercanos a Daimiel el nivel ha subido unos dos metros y medio de forma puntual. El canal del Gran Prior recibe las aguas de las Lagunas de Ruidera por el rebosamiento del pantano de Peñarroya y de este modo el agua ocupa una anchura de diez o doce metros en el cauce que pasa por Alameda de Cervera y se funde con el río en el término de Herencia. El canal del Gran Prior fue construido en el siglo XVIII por el Infante Gabriel, hijo de Carlos Tercero y Prior de la Orden de San Juan. Por sugerencia del arquitecto del rey, Juan de Villanueva, en los terrenos de su propiedad se inició la construcción de una canal de regadío en el año 1781, que garantizaba también el abastecimiento a los molinos de las fábricas reales de pólvora. Este aporte de agua por el cauce que pasa por Alameda se suma a los de otros afluentes del Guadiana, principalmente el Gigüela, El Jabalón, El Bullaque y el Azuer, que han producido algunos desbordamientos en Daimiel, dónde se han tenido que improvisar varios diques y se ha producido la rotura de un puente en Luciana, algo que no se recordaba desde las crecidas del río en los años setenta del siglo veinte. Algunas estimaciones apuntan que con este temporal las reservas hídricas del Alto Guadiana han aumentado significativamente, pasando de los 156 hectómetros de diciembre pasado a 230 actualmente.