Repsol Puertollano conjura la pesadilla de los años 90 con una importante inversión hidráulica

El complejo petroquímico de Repsol en Puertollano ya tiene a punto la infraestructura que le permitirá abastecerse de agua del pantano del Jándula (Jaén) en el caso de que persista la sequía y evitar así el consumo directo del pantano de Montoro, que está a un 24% de su capacidad con 25 hectómetros de agua embalsada. El pantano que da de beber a Puertollano está en situación de alerta desde septiembre de 2022.

Recuperando para la plena operatividad la tubería desde el Jándula a Repsol, instalada durante las obras de recrecimiento del Montoro para necesidades como las que pudieran sobrevenir en las próximas semanas, Repsol conjura los fantasmas del angustioso episodio de falta de precipitaciones de los primeros años 90, que puso en jaque a la industria y en riesgo a cientos de puestos de trabajo.

El director del complejo puertollanense, Arsenio Salvador, confirmó este viernes, en un encuentro con medios de comunicación, que tanto la maquinaria de bombeo como la tubería desde el Jándula ya están listas para entrar en funcionamiento tras una inversión de más de un millón de euros en su revisión y actualización. Así, tras superar la fase de pruebas y los permisos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Repsol estaría en condiciones de amortiguar el impacto del consumo industrial en el pantano del Montoro ante la eventual adopción de planes de emergencia determinados por la autoridad de cuenca o la administración local.

Inquietantes recuerdos

El nombre del Jándula trae inquietantes recuerdos para los puertollanenses que soportaron importantes restricciones de agua en los primeros años 90 tras una angustiosa falta de precipitaciones. La situación llegó a ser desesperada: a las incomodidades por los recortes en el consumo doméstico se sumó el miedo al cierre de la petroquímica, obligada incluso a la suspensión temporal de empleo de cientos de trabajadores.

Fue entonces, en 1993, cuando fue necesario poner en marcha un trasvase de emergencia desde el Jándula al Montoro. Pero se aprendió la lección. Posteriormente se acometió una obra crucial para la ciudad, el recrecimiento hasta los 105 hectómetros cúbicos del Montoro. El proyecto se redactó en 2001 y las obras concluyeron en 2008.

Aquella actuación ha salvado a la industria de Puertollano, irremediablemente perdida sin ella, aunque la ciudad no debe bajar la guardia: el cambio climático se ha «chupado» ya el agua de casi dos «Montoros» de los antiguos y vuelve a poner en la agenda el siniestro planteamiento, quizá recurrente, de nuevos planes de sequía.