Las lluvias continuas y las nevadas han producido efectos no deseados en algunos elementos urbanos, tanto de carácter público como privado y se han producido algunas incidencias sin consecuencias personales.
La lluvia y el hielo son los principales enemigos de las construcciones y el clima que ha acompañado al cambio de año ha tenido consecuencias en las calles de la ciudad. Las nevadas y las heladas se han hecho notar en el pavimento de algunas vías.
Pero las lluvias y los hielos no sólo han tenido efectos en los espacios públicos, sino también en algunas fincas privadas, en las que se han producido hundimientos de techos y desprendimientos de cornisas y balcones. Los servicios técnicos municipales controlan algunos de estos elementos para prevenir percances y desde el ayuntamiento se aconseja a los propietarios particulares que revisen las estructuras que presenten algún riesgo.
Durante la mañana del miércoles se ha informado sobre riesgos en al menos tres cornisas y un balcón, sometidos a la observación de los técnicos que en algunos casos pueden decidir derribar esos elementos.