Eduardo Muñoz Martínez.- Se ha celebrado, este viernes, con una jornada de antelación, el Día Mundial por el Trabajo Decente y Saludable.












Comenzó la jornada, eminentemente vespertina, con un acto institucional, a partir de las 18:00 horas, en la Plaza de la Constitución, en el que han participado alrededor de 50 personas, y al que ha asistido la Consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, y que ha comenzado con la lectura del manifiesto, por parte de Ángel Ruiz-Moyano, de Cáritas, en el que se hace especial hincapié en la importancia que tiene la seguridad en los lugares de trabajo.
A continuación se han proclamado textos del Papa Francisco, en el 80 aniversario de la Asociación Mundial de trabajadores inválidos por accidentes laborales, en los que se hace referencia a dramas, tragedias, a la seguridad en el trabajo…, y otras consecuencias de un trabajo no decente y poco, o nada, saludable.
También se leyeron diferentes testimonios, en general poco halagüeños, como el de Elena, trabajadora temporal en el SESCAM; Nerea, docente en un centro concertado, en Madrid; Mohamed, que llegó a España en patera, y que después de ir de una provincia a otra sin papeles, y trabajar por unas cuantas monedas durante años, consiguió el estatuto de refugiado y legalizó su situación; Amira, que vino hace 12 años en busca de un futuro mejor para ella, y su familia, o Daniela, que vino en busca de su madre y la encontró trabajando en un prostíbulo…, entre otros muchos casos.
Concluyó esta primera parte de la conmemoración del Día Mundial por el Trabajo Decente y Saludable con un gesto en el que se hizo patente el dolor y la esperanza de la sociedad.
La segunda parte consistió en una eucaristía, en la Parroquia de Santa María del Prado, (La Merced), presidida por el obispo, Gerardo Melgar, y concelebrada por el párroco de esta, Adriano Delgado, en la que se ocupó del acompañamiento musical el cuarteto formado por Ángel Aguas, Ángel Ruiz-Moyano, Sandalio Morales, y el hijo de este, Nacho Morales.
Tras las lecturas bíblicas, tonadas del Profeta Baruch, y el evangelista Lucas, el prelado pronunció una homilía en la que comenzó pidiendo al Señor que «ablande» nuestros corazones conciencias, para que los hombres y mujeres tengan un trabajo decente, digno, saludable… El trabajo, dijo Melgar Viciosa, es un bien social que debe dignificar a la persona, poniendo todo de nuestra parte para erradicar lacras como el paro y reconocer que no todos los trabajos son decentes y saludables.
Concluyó advirtiendo de que es necesario el compromiso por parte de empresarios, asociaciones…, y que no debemos «mirar para otro lado», siendo necesario un profundo convencimiento, por nuestra parte, de la realidad de la situación.
En el ofertorio, además del pan y el vino eucarísticos, se presentaron claveles rojos y blancos, como símbolo de la muerte de tantos, y tantas, y nuestra responsabilidad sobre una mejora inmediata.
Por último, agradecer la colaboración de asociaciones como «Iglesia por el trabajo decente», «Cáritas, «CONFER», «HOAC», «Justicia y Paz», «Juventud Estudiante Católica», y «Juventud Obrera Cristiana».
Es chocante que ………….» el prelado pronunció una homilía en la que comenzó pidiendo al Señor que «ablande» nuestros corazones conciencias, para que los hombres y mujeres tengan un trabajo decente, digno, saludable… …» y se debe pensar o bien que no pedimos correctamente o que dios , no quiere meterse en estos asuntos y pasa de todo………
Pero esta gente ha trabajado duro y han pasado frio o calor o calamidades alguna vez?, no se les nota en la cara.
Si necesitamos a quien corresponda que vigile y cuide al ciudadano , que los de los comercios y contratistas valoren el trabajo y empleados y no ofrezcan uno sueldos pobres y pésimos
A los jóvenes de castilla la mancha no les ofrecen ni el mínimo , qué tristeza que nuestro s jóvenes,vivan está cituacio.