Ahora lo rentable es tener una reserva estratégica cuya cuantía se cifra, no sabemos por qué, en 6000 hectómetros cúbicos, formula que se copia del Estatuto de Aragón. No se si esta reserva es el final del trayecto, tengo muchas dudas, puede ser un bandazo más. Este gobierno nuestro ha pasado de apoyar el plan hidrológico nacional que después derogó Zapatero, a firmar un acuerdo histórico sobre el agua que era la panacea de todos los pactos y que poco o nada solucionó, a proponer de manera irrenunciable la caducidad del trasvase y ahora es capaz de olvidarse de todo lo anterior. Y que decir del PP que soluciona los problemas del agua con trasvases y es capaz de defender, aunque sea fugazmente, la caducidad del Tajo-Segura. ¿Qué intereses se defienden?.
La nueva formula planteada, no es ni mejor ni peor que las anteriores, es simplemente algo imposible de cumplir que ni vincula, ni obliga ni compromete al Gobierno de España ni a los órganos de gestión del agua y además, es una formula recurrida ante el Tribunal Constitucional al ser recogida en el Estatuto de Aragón. Se trata de una salida política para continuar con los problemas de siempre, ríos hipotecados que no conocen una adecuada gestión ambiental y que se secan en algunos tramos de forma periódica, acuíferos sobrexplotados, trasvases entre cuencas, el Tajo la cloaca de siempre, Entrepeñas y Buendía bajo mínimos, parques nacionales casi abandonados a su suerte, proyectos de adosados con piscina y a un puñado de kilómetros poblaciones abastecidas con cubas y preponderancia de un urbanismo depredador del medio natural, de todo esto se habla menos.