Marcial González, presidente de la asociación de vecinas y vecinos “Aldea de Ciruela”, acompañado del arqueólogo José Luis Fuentes, se reunían, en la mañana del pasado jueves, con el primer edil de la capital, para plantearle una serie de propuestas para su estudio y tramitación a lo largo de la presente legislatura.
Tras informar de la actual situación de la aldea y, sobre todo, de los restos del antiguo castillo de Ciruela, se pusieron sobre la mesa una serie de medidas al objeto de devolver a la antiguo poblado la importancia patrimonial que para la ciudad tiene.
Ciruela es la gran olvidada de las aldeas de Ciudad Real, a pesar de ser tan antigua como la propia ciudad y estar íntimamente ligada a ella y a la propia Alarcos; no en vano figura en la Carta Puebla. Tiene un gran valor histórico y, desde la asociación se pretende desempolvar su riqueza arqueológica, hasta ahora sólo maltratada por los múltiples “aficionados” que han venido retirando multitud de materiales de gran valor.
Entre estas medidas, figura la instalación de placas informativas en la calle y ronda de Ciruela para que la ciudadanía conozca el sentido del nombre de esta calle, una de las más importantes de la ciudad. También la puesta en marcha de una jornada dedicada a dar a conocer el valor geológico y patrimonial del entorno. Otras medidas son la de trabajar en pos a lograr la declaración como BIC del castillo y su entorno y la instalación de panel informativo en el propio paraje.
Aparte del protagonismo del patrimonio en las demandas de la asociación, también se pudieron sobre la mesa otras medidas relativas a propuestas medio ambientales; sobre las comunicaciones desde la ciudad hasta la aldea; mejoras urbanísticas y acciones en materia de cultura, deportes y de tipo social.
Al termino de la reunión, se hizo entrega al señor Alcalde de un dossier con todos los asuntos tratados, destacando, por parte del presidente del colectivo, el trato cordial y la buena predisposición de Sr, Cañizares, que se mostró muy interesado por trabajar en pos de que este paraje sea recuperado para el patrimonio de Ciudad Real.
En lugar de un despacho de gestión y de reuniones de altos vuelos que impulsen proyectos para el desarrollo de la ciudad, ese espacio diseñado para mayor gloria y honor de la nefasta Rosa Romero, y que disfrutaron sus sucesoras Zamora y Masías, Cañizares ha decidido seguir con la tradición y reafirmarlo como photocall de postureo, vanidad, imagen, trivialidad, propaganda y pompas de jabón. Todo menos trabajar para sacar adelante esta ciudad echada a perder.
Quien sabe si escarbando un poco aparece algo que le haga sombra a los jardines colgantes de Babilonia…………con subvencionar bien al arqueologo……………prueben y ya veran lo que aparece, el dinero hace milagros