Familiares, vecinos y autoridades han dado este miércoles un último adiós al que fuera alcalde de Ciudad Real desde 1995 a 2007, el ‘popular’ Francisco Gil-Ortega, quien falleció de manera repentina este martes a los 73 años de edad.
Al funeral, celebrado este miércoles en la parroquia de San Pablo de Ciudad Real, han acudido numerosos representantes políticos de distintos partidos políticos y etapas, entre los que se encontraban el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez; la secretaria general del PP regional, Carolina Agudo, o el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares.
También han estado presentes la delegada provincial del Gobierno regional en Ciudad Real, Blanca Fernández; la exalcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y otros miembros del PSOE que compartieron corporación con Gil-Ortega, como Nicolás Clavero y Ángel Amador.
Al sepelio también han acudido representantes de diferentes organizaciones sociales de la provincia de Ciudad Real como Asaja, Afammer o Fecir.
Francisco Gil Ortega fue alcalde de Ciudad Real entre los años 1995 y 2007. Además, ha ostentado numerosos cargos como presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) entre 2012 y 2015. Anteriormente fue presidente del PP de Ciudad Real entre 1993 y 1996, senador de 1989 a 2004 y diputado en las Cortes de Castilla-La Mancha entre 2007 y 2012.
LUTO EN CIUDAD REAL
Tras trascender la noticia del fallecimiento de Gil-Ortega, el Ayuntamiento de Ciudad Real celebró un pleno extraordinario durante la tarde del martes para decretar un día de luto oficial.
Numerosos representantes políticos y de partidos políticos tuvieron palabras de recuerdo al primer alcalde de Ciudad Real de la democracia que fallece. Entre ellos, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien expresaba a través de las redes sociales sus condolencias a la familia y amigos del exalcalde.
También el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, y el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, lamentaron el fallecimiento de Gil-Ortega, a quien Paco Núñez lo definió como «toda una institución en el Partido Popular».
