Por José Belló Aliaga
Nuestro agradecimiento a Victorino García Marcos, arquitecto municipal del Ayuntamiento de León, alma cultural de la ciudad, como hemos podido comprobar durante nuestro viaje allí realizado, por su valiosa ayuda y colaboración.
Breve historia del Palacio
El palacio fue construido por orden de don Pedro Suárez de Quiñones y su esposa Doña Juana González de Bazán en el siglo XIV.
El edificio forma parte, desde el año 1442, de los bienes del mayorazgo de Pedro Suárez II.
En este palacio funcionó durante muchos años el Tribunal de la Santa Inquisición.
A fines del siglo XIX, el palacio fue vendido a la familia Álvarez Carballo.
Declarado Monumento Histórico en 1931, en los últimos años fue objeto de una importante tarea de rehabilitación y reabrió sus puertas al público en el año 2009.
Visita al Palacio del Conde Luna de León, que actualmente alberga la sede de la Universidad de Seattle y el Centro de Interpretación del Reino de León
En pleno Barrio Húmedo
El Palacio del Conde Luna, localizado en pleno Barrio Húmedo de la capital leonesa es una parte importante de la historia medieval de León y su señorío. Fue construido durante el siglo XIV y durante su larga historia ha cobijado un sinfín de actividades, incluso ha pasado por un estado lamentable de abandono.
Finalmente se ha restaurado y actualmente alberga la sede de la Universidad de Seattle y la sede del Patronato de la Fundación León Real, donde se celebran exposiciones temporales de la historia leonesa.
La parte recientemente restaurada del palacio de los Condes de Luna constituye, aproximadamente, sólo la mitad meridional del edificio original, ya que el resto se encuentra ocupado aún por viviendas y locales particulares. Vista desde el exterior, esta zona del palacio se organiza en tres partes: la fachada y el cuerpo gótico a ella asociado, la torre renacentista y el cuerpo que la antecede, y el conjunto central enmarcado por ambas.
El cuerpo gótico se ordena en dos niveles.
La torre renacentista es casi el único vestigio del ambicioso pero inconcluso proyecto de palacio concebido por D. Claudio Fernández de Quiñones a mediados del siglo XVI.
Según los estudios históricos y arqueológicos realizados entre los años 2004 y 2007, el origen y evolución histórica de la parte meridional del Palacio del Conde de Luna se podría ordenar en cinco grandes fases o etapas constructivas, a las que habría que añadir una fase previa, que es la representada por la fortificación tardorromana y sus reformas medievales, anteriores al palacio feudal
1.- Etapa previa: la fortificación tardorromana y las transformaciones medievales
2.- La etapa feudal: el palacio bajomedieval
3. La etapa humanista: el palacio renacentista
La vida cotidiana de señores y siervos, queda bien reflejada en el amplio elenco de formas cerámicas (platos, fuentes, jarras, bacines…) con repertorios formales y decorativos que van cambiando según avanza el siglo XVI.
Entre ellas destaca una pieza de lujo, exótica: un plato de porcelana china fechado por el nombre del emperador que aparece en su base, Jiajing, en la primera mitad del siglo XVI (1522-1566).
4.- La decadencia nobiliar: del barroco al siglo XIX
Desde finales del siglo XVI y, sobre todo, a lo largo de la centuria siguiente, a raíz del entronque del linaje de Luna con los Pimentel de la Casa de Benavente, este palacio pasa a adquirir un papel secundario dejando de ser residencia principal de los condes.
La “decadencia” se agudiza a partir del siglo XVIII cuando se incorpora a las posesiones del linaje del Marqués de Uceda y Frías. Estos avatares se reflejarán en la constante transformación y reformas de gran parte de las dependencias palaciegas, donde se generan entreplantas en espacios anteriormente diáfanos o se estrechan o tapian numerosos vanos, indicando un neto cambio de función.
Todas estas reformas desembocaron a mediados del siglo XIX en la cesión del uso del palacio al Ayuntamiento de la ciudad para destinarlo a Casa de Mendicidad, momento en el que se constatan algunas adecuaciones de las antiguas dependencias. Se ha señalado que en el año 1862 el Ayuntamiento acuerda el derribo de lo que llegara a haberse construido de la fachada renacentista y de la torre septentrional, aunque las investigaciones no han podido confirmar hasta ahora esa fecha.
5.- La fase burguesa
A finales del siglo XIX asistimos a la alteración en el uso de la zona de la torre renacentista y de buena parte del palacio. En 1878 Eduardo de Nava y Pérez arrienda parte del palacio al Duque de Frías para transformarlo en viviendas de vecinos. Así se construye una nueva escalera, se levantan múltiples tabiques, se abren nuevos huecos de ventanas en la fachada principal y mayoría de las antiguas techumbres de madera quedan ocultas por cielos rasos. Incluso, se instala un salón de baile en la primera planta de la torre.
Al mismo tiempo, el cuerpo gótico se mantuvo casi intacto, a excepción del tapiado casi general de todas sus puertas.
6.- Fase mercantil
La inauguración en 1928 del Mercado de Abastos, la popularmente conocida como “plaza cubierta”, se convirtió en una oportunidad económica para los propietarios del inmueble, quienes procedieron a arrendarlo en su integridad para su uso como almacén y tienda de asentadores de frutas en la planta baja, mientras que los pisos superiores se destinaban a vivienda de estos comerciantes.
Centro de Interpretación del Reino de León
El Palacio de los Condes de Luna alberga el Centro de Interpretación del Reino de León, exposición permanente que pretende mostrar un recorrido por la historia del Reino de León desde el año 910 hasta el año 1230.
La zona de acceso, alberga el punto de control y despacho de entradas, donde se recibe al visitante y se le entrega el Plano-Guía general de la exposición. Este punto de acceso está equipado con un mostrador, bajo el cual se dispone un espacio suficiente para el almacenamiento de la documentación diaria, y dos sillas.
Salas
En la planta baja, se sitúan la Sala I. Los territorios del Reino, la Sala II. La defensa del Reino y la Sala X. Sociedad y gobierno. Destaca la Sala X, dedicada a los dos textos normativos que constituyen una aportación fundamental del Reino de León, como son las Cortes de 1188 –que por participación del estamento ciudadano hacen de León cuna del parlamentarismo moderno-, así como la organización municipal a través de los Fueros. El mobiliario de la sala, con gradas contrapuestas y un estrado central, evoca las referidas asambleas, mientras que en el centro se contemplan reproducciones tanto de las disposiciones emanadas de dichas Cortes, como del Fuero de León de 1017.
Este espacio tiene un uso polivalente, ya que en ocasiones también se emplea como sala de conferencias.
En el resto de las salas se pueden observar y manipular desde reproducciones de las armas ofensivas y defensivas de la época, hasta réplicas de las vestimentas de estos ejércitos, reyes y nobles; de manera que la exposición se configura de una manera cercana al visitante, para que pueda comprender de manera sencilla, didáctica y amena todo lo que significa el Reino de León.
En varios de los espacios de la planta baja se pueden contemplar los restos de la muralla tardorromana, que se da la circunstancia de haber sido muy alterada por la construcción del palacio.
Sala III
La entreplanta alberga la Sala III. El tiempo del Reino, que sugiere un viaje en el tiempo, centrado en los años 930-1230, a través de los raíles de un cronograma ilustrado por los hechos y sus protagonistas del Reino leonés. Se han seleccionado los principales acontecimientos que marcaron el devenir sociopolítico del Reino, aquellos cuyas consecuencias dejaron huella significativa en su gobierno, en su territorio o en sus gentes, como por ejemplo la traslación de la capital a la ciudad de León, en 910, la toma de Toledo en 1085, la coronación imperial de Alfonso VI en 1135, o Alfonso IX y la Curia plena celebrada en San Isidoro en 1188, primera en la que tiene presencia y voz del estamento ciudadano.
La primera planta de edificio se dedica a varios bloques temáticos distribuidos bajo los siguientes títulos: Sala IV. El Palatium Regis, Sala V.- Una sociedad guerrera, Sala VI. Campos y ciudades, Sala VII. León. Cuna del Parlamentarismo, Sala VIII. Imperator totius Hispaniae y la Sala IX. Las Diócesis del Reino, dedicados a recoger varios los aspectos más relevantes que caracterizaron la política, la sociedad y la cultura del Reino de León.
José Belló Aliaga