El Hospital General Universitario de Ciudad Real, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ya dispone de un banco de leche materna. La denominada Unidad de Nutrición Personaliza es un proyecto del Gobierno de Castilla-La Mancha que se ha desarrollado en los hospitales de Toledo, Albacete y Ciudad Real.
La puesta en marcha de este dispositivo implica una inversión en torno a los 300.000 euros financiados con cargo a los fondos FEDER, que han permitido la adquisición de diferente equipamiento para el tratamiento y conservación de la leche, entre los que se encuentran pasteurizadoras, refrigeradores/congeladores, cabina de flujo laminar, analizadores nutricionales de la leche pasteurizada y calentadores de biberones.
Las Unidad de Nutrición Personalizada está ubicada en el área de Neonatología y funciona como una unidad de autoabastecimiento donde se recibe, procesa, analiza y almacena la leche materna donada para su posterior distribución entre los bebés que lo requieran por sus características o especial vulnerabilidad.
En la población neonatal existen grupos de riesgo para los que la leche materna supone la alternativa más beneficiosa para su correcto desarrollo funcional. Entre estos grupos, ha explicado el jefe de Pediatría de Ciudad Real, Miguel Ángel García-Cabezas, se encuentran los prematuros, principalmente menores de 32 semanas y con menos de 1,5 kilos, así como bebés candidatos a cirugía intestinal por patología malformativa o cirugía por enterocolitis necrotizante, recién nacidos con crecimiento intrauterino retardado o pacientes con síndrome hipóxico isquémico neonatal y otros factores de riesgo de enterocolitis necrotizante.
Asimismo, en aquellos pacientes con una vulnerabilidad incrementada, la Organización Mundial de la Salud recomienda como primera opción de alimentación la leche materna propia y como segunda opción la leche materna donada como alimento de protección y mejoría en la evolución clínica, habiéndose demostrado sus beneficios en diferentes estudios.
Cadena de favores
Para el responsable de Pediatría, Miguel Ángel García-Cabezas, estas unidades de Nutrición Personalizada suponen “una cadena de favores, en la que las madres que han necesitado leche donada, a su vez donan posteriormente en beneficio de otros recién nacidos que lo puedan necesitar”.
Se crea una especie de red de colaboración, ha asegurado el jefe de servicio, en la que son imprescindibles las donantes, pero también la “colaboración de todos los profesionales implicados”. En los meses previos a la puesta en funcionamiento de la Unidad de Nutrición Personalizada de Ciudad Real, ha explicado García-Cabezas, “un grupo de ocho profesionales integrado tanto por pediatras como por miembros del equipo de Enfermería hemos recibido formación específica en el Hospital Universitario Gregorio Marañón”.
Asimismo, una vez que se han puesto en marcha los tres bancos de leche contemplados en una primera fase, ubicados en Albacete, Toledo y Ciudad Real, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha plantea una segunda fase de desarrollo del proyecto que consiste en la creación de centros satélite en otros hospitales a los que se suministrará la leche materna donada pasteurizada desde las Unidades de Nutrición Personalizada de referencia.
En estos centros se realizará igualmente la captación de donantes siguiendo las mismas indicaciones y transmitiendo información relativa a la extracción, conservación y transporte de la leche donada.
Trazabilidad de la leche materna donada
Las Unidades de Nutrición Personalizada son un modelo de autoabastecimiento de leche materna en el cual las madres donantes se encuentran en la propia área Neonatal, lo que permite mantener un estrecho contacto con el equipo de profesionales, ha subrayado José Miguel Pacheco, supervisor del área de Cuidados Infantiles.
Para el funcionamiento de estas unidades es fundamental contar con madres donantes de recién nacidos en el hospital o ingresados en la unidad de Neonatología, que son entrevistadas por los profesionales de la unidad para comprobar que no hay contraindicaciones en su inclusión.
Una vez donada la leche se clasifica bien por el tipo -calostro, leche que se produce tras el parto hasta los cinco días de vida; transición, hasta los veintiún días de vida; y lecha madura- como por la edad gestacional -menor de 28 semanas, 28-32 semanas, 32-37 semanas y mayor de 37 semanas-.
Todo el proceso queda reflejado en el programa informático Gala, que gestiona todos los bancos de Leche de España, para garantizar la trazabilidad y la seguridad. Ofrece información referente a la madre donante, tipo de leche, edad gestacional, control de calidad de la leche materna y receptor.
Toda la leche procesada en la Unidad de Nutrición Personalizada está sometida a controles microbiológicos y nutricionales que garantizan su seguridad y adecuación, según necesidades de cada bebé. Se almacena en los equipos de refrigeración y congelador de la unidad, con un código de colores que permite identificar visualmente su localización y estado de procesamiento de cada lote de leche.
El objetivo, en todo momento, es ofrecer la mejor y más segura nutrición para los bebés, subraya Pacheco.
Lástima que este avance no existiera cuando llegué a este mundo. A mí me tuvieron que dar leche de cabra…, y así estoy, como una puta chota.