Jesús Millán Muñoz.- ¿Existen personas, que siendo y teniendo buena voluntad hacia los demás, son menos comprendidas y menos entendidas, más silenciadas, más solitarias que las otras, que la media…?
¿Existen personas, que solo desean respetar sus/los derechos humanos, su libertad de conciencia, de expresión, de opinión, de pensamiento, pero que pagan por ello un alto precio de ser silenciados, de no les dejan entrar por ninguna vidriera, chimenea, zaguán de la mayoría de los sitios/entidades/realidades…?
¿Personas que por lo general, no se quejan de nada, que en principio, no van en contra de nada, ni de nadie, sea individuo o colectivo, sea grupo o sea ideología, sea modo de pensar, de sentir, de hablar, de actuar, de desear…, pero que simplemente, si les preguntan solo desea tener su punto de vista, que será equivocado, será desacertado, será erróneo, pero igual que solo tiene sus dos piernas, y tiene que caminar con ellas, también se ven obligados a caminar con los principios de su conciencia y de los derechos humanos, y, con su única libertad que es la mínima libertad de pensamiento que les quedan, que nos queda…?
¿Individuos que después, que le cierran los ventanales, quizás, hayan hecho una o dos o tres quejas, y, por eso se les ha cerrado todo el paisaje de las pocas o modestas paisajes de la realidad…? ¿Individuos que otros dicen de ellos que han dicho, maledicencias o inquinas o rencores contra otros, cuándo no han sido cierto, no lo han dicho, pero que los han calumniado y han sido la base para cerrarles más posibilidades, individuos que al final, han perdido en el fragor del mundo, no solo las grandes batallas, sino las pequeñas y medianas batallas…?
¿Hay personas que no son entendidas, no son comprendidas, que en principio, creen y estiman los grandes valores humanos de la tradición, además de los grandes derechos humanos, además de una convivencia sosegada y atemperada, que piensan que el espectáculo de los literatos del siglo de oro, siendo la inmensa mayoría geniales, fue un teatro enormemente equivocado y erróneo, y, esa forma de ser y actuar, ha sido heredada durante siglos, pero que esos individuos piensan que es un error y un grave error, que cada generación va repitiendo en cualquier terruño del suelo ibérico la misma realidad de desavenencias…?
¿Qué cada uno, bastante tiene con su cabeza y su corazón, y, expresa el mundo como puede o como quiere, que al final, Shakespeare y Miguel Ángel y Kant son muy grandes, y, que la mayoría de los demás, somos muy pequeños comparados con ellos… y, que por tanto esos individuos, no tienen la necesidad de polémicas y controversias con nadie, porque la inmensa mayoría de nosotros, los cultivadores de interpretaciones del mundo, que llaman culturales, estamos castigados a ser de quinta fila o séptima o de tercera…?
¿Individuos que siempre parece han sido echados de todos los sitios, de todos los sitios parece que han sobrado, individuos que solo han intentado guardar su libertad de conciencia y su libertad de pensamiento y su libertad de expresión, individuos que siempre han intentado no herir a nadie, pero que han sido siempre silenciados y olvidados y ninguneados y…?
¿Existen individuos que parecen que no deberían estar y ser, que parece molestan a todo el mundo o casi a todo el mundo, individuos que solo observan y miran y analizan y piensan, y, que no van en contra de nada y de nadie, sea individuo o colectivo, individuos, que a lo sumo han realizado varias quejas en la vida, y, por eso, los pocos caminos de salida y de aceptación de su trabajo, se les han negado el pan y la sal y el vinagre y el azúcar y el agua y el aire…?
Individuos, que jamás, han querido problemas con nadie, ni contra nada, ni en el mundo de la cultura, ni en otros mundos, individuos que no han buscado nunca la maledicencia, la calumnia, la competitividad con otros. Individuos que solo han querido llevar su camino. Individuos que no necesitan, no quieren, no desean el antagonismo con nada, ni con nadie, sino solo arar su pequeño camino y jardín, individuos que se les han cerrado, durante toda sus vidas, demasiados portales y doseles y ventanas y puertas. Individuos que no necesitan adversarios, ni enemigos, ni contrincantes, ni competidores, ni otros egos… individuos, que no quieren inamistades, ni rencores, ni inquinas, ni nada. Individuos que saben que cada uno construye la interpretación cultural como quieren y como pueden. Individuos que quieren pasar sus últimos años de existir en este mundo, con el sosiego y la tranquilidad y la paz. Individuos que no quieren, ni necesita rencores, ni odios, ni inquinas, ni venganzas de nadie y contra nadie –individuo o colectivo, o ente real o ideológico-. Individuos que solo desean olvidar las desavenencias que la vida ha traído y les ha traído, que solo desean vivir los pocas traslaciones del sol, que le resten en este mundo, en paz y en sosiego. Personas que han coleccionado más fracasos que éxitos, por mucho que han trabajado, por mucho que han estudiado, por mucha buena voluntad que han tenido, por mucho que se han atenido a reglas morales y sociales y legales y de convivencia. Personas que no han sido estimadas, ni valoradas, ni entendidas, ni comprendidas… Paz y bien para todos…
