El PP ha denunciado hoy la «continua pérdida de seguridad» en Ciudad Real con un incremento de la criminalidad del 27% desde que Pilar Zamora es alcaldesa de Ciudad Real, desde el año 2015, «una realidad preocupante que ha causado un empeoramiento en la calidad de vida de los vecinos» y que el Grupo Municipal Popular ha denunciado, en reiteradas ocasiones, a lo largo de este mandato, «sin que ninguna de las dos alcaldesas se hayan implicado lo más mínimo para solucionar estos problemas de inseguridad que sufre la capital».
Así lo ha indicado la directora de la Campaña Electoral de Paco Cañizares, Rosario Roncero, quien ha indicado que Ciudad Real está sufriendo, desde hace años, «robos diarios en los comercios del centro y a grupos de jóvenes que salen a pasear por las tardes, peleas y enfrentamientos, como los sucedidos el pasado viernes, que no pueden ser calificados como hechos puntuales porque es raro el día que no se producen».
Roncero ha añadido que, según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior, solo en 2022, en la capital, los robos con violencia e intimidación crecieron un 53,2% con respecto al año anterior, los robos con fuerza en domicilios un 40,9% y los hurtos un 26,6%, “unos datos preocupantes que, tristemente, se van cronificando y que el Gobierno local del PSOE y Ciudadanos se ha negado a reconocer y, por tanto, a actuar”.
“Es muy preocupante comprobar como Ciudad Real está en las primeras posiciones, de las cinco grandes localidades de la provincia, en número de delitos cometidos y en datos de criminalidad que se encuentra en máximos. En la capital se registraron el pasado año 72 robos con violencia e intimidación, 62 robos con fuerza en domicilios, 929 hurtos, 7 agresiones sexuales con penetración y 27 sustracciones de vehículos, unas cifras de criminalidad elevadas como nunca, al menos desde el 2015”, ha destacado Rosario Roncero desglosando los datos publicados por el Ministerio del Interior.
La también concejala del PP ha recordado que, aunque las competencias en materia de seguridad ciudadana corresponden al Gobierno Central, “la negativa a reconocer este problema por parte de las alcaldesas, y su rechazo a implementar medidas dentro de sus competencias, han agravado el nivel de inseguridad en la ciudad y han contribuido a un deterioro importante de la convivencia en los últimos años”.
Igualmente, ha recordado que, a lo largo de todo el mandado, desde el Grupo Municipal Popular se han presentado en el Pleno del Ayuntamiento varias iniciativas para implementar medidas encaminadas, por ejemplo, a paliar la ocupación ilegal de viviendas que afecta a barrios como La Granja, San Martín, Plaza de Toros, San Antón, La Esperanza o El Pilar, y que son fuente de problemas mayores, o a garantizar la seguridad de los vecinos y trabajadores en los edificios públicos municipales, propuestas que fueron rechazadas por el PSOE y Ciudadanos.
“La realidad es que Ciudad Real está sufriendo desde hace años un incremento importante en el nivel de inseguridad. Los robos habituales en comercios del centro, las peleas y enfrentamientos nocturnos, la inseguridad de los más jóvenes en sus salidas por pleno centro de la ciudad, son situaciones que, tristemente, vemos casi a diario y a las que la socialista Pilar Zamora ha preferido dar la espalda, ni ha querido adoptar soluciones ni ha reclamado la implicación de la administración responsable”, ha concluido Rosario Roncero.
No falla, donde gobierna la izmierda todo empeora.
Esto del Partido Podrido…¿qué quiere decir? ¿que las fuerzas de seguridad no hacen correctamente su trabajo en Ciudad Real? ¿que no hay suficiente patrullas en la calle?…. o qué concretamente. Lo que les faltaba a los pobres funcionarios de las policías, que venga ahora el Partido Podrido a afearles su esfuerzo.
El PP, en su pensamiento profundo cuyo edor es perfectamente descriptible, está convencido de que generando angustia y desasosiego en la población sobre el tema de la seguridad, les dará rédito electoral.
En los tiempos que corren, con una ciudadanía anestesiada, cobarde y replegada sobre sí misma, esta consigna de meter miedo les puede resultar productiva, pero la utilización de estas malas artes pone en evidencia una condición moral deleznable que les inhabilita como alternativa al sanchismo.