Muere el escritor Sánchez Dragó

El escritor Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) ha muerto a los 86 años de edad de un infarto en su casa de Castilfrío de la Sierra (Soria), según han confirmado a Europa Press en fuentes cercanas al autor.

Sánchez Dragó ha escrito numerosas novelas como ‘Eldorado’, ‘Las fuentes del Nilo’, ‘El camino del corazón’, ‘La prueba del laberinto’ (Premio Planeta) Muertes paralelas (Premio de Novela Fernando Lara 2006) y ‘Soseki, inmortal y tigre’; también es autor de, entre otros, los ensayos ‘Gárgoris y Habidis’.

Fue Premio Ondas con ‘El mundo por montera’ y Premio Nacional de Fomento de la Lectura con ‘Negro sobre blanco’. Dirigió el informativo nocturno de Telemadrid ‘Diario de la noche’. También dirigió ‘Las Noches Blancas’ y fue columnista, reportero y firma habitual en ‘El Mundo’.

Sánchez Dragó nació en Madrid en 1936, aunque es hijo adoptivo de Soria desde 1992. A los cinco años fundó, dirigió y redactó un periódico autógrafo: ‘La nueva España’.

Licenciado en Filología Románica y Lenguas Modernas (Sección de italiano), ha sido profesor de Lengua, Literatura e Historia de España en universidades de diversos países como Japón, Senegal, Marruecos y Kenia, además de dirigir Cursos de Verano en El Escorial, Almería, Sevilla, Cuenca y Ávila.

Como escritor ha cultivado la narración, la reseña literaria, el ensayo y la colaboración en prensa y revistas. Desde mayo de 2001 dirige el Colegio de España en París.

Entre sus obras destacan ‘El camino del corazón’, ‘Muertes Paralelas’, ‘Gárgoris y Habidis’, ‘El Sendero de la Mano Izquierda’, ‘La prueba del Laberinto’, ‘Sentado en la Alegre Popa’, ‘Historia Mágica del Camino de Santiago’ o ‘Soseki: Inmortal y Tigres’.

A lo largo de su vida ha sido una persona comprometida con diversas causas, como su intervención en las algaradas antifranquistas de finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta, lo que le valió cinco procesos, diecisiete meses de cárcel y siete años de exilio, según información recogida por Europa Press de su página web.

Sánchez Dragó ha sido enviado especial en numerosos destinos de Asia, África y América como colaborador de prensa. Su vida literaria ha estado frecuentemente ligada con su quehacer en medios de comunicación, tanto visuales como escritos, habiendo trabajado en televisión también en el extranjero, como en la Radiotelevisión Italiana y en la Japanese Broadcasting Corporation (NHK).

Ha sido colaborador habitual de El Mundo, Época, Onda Cero, la COPE, y otros medios de información. En 1955 fundó la Revista Aldebarán; de 1963 a 1967, y de 1969 a 1971 fue colaborador de la RAI (Radiotelevisión italiana); trabajó en la televisión japonesa desde 1967 hasta 1971; fue columnista de las revistas en las publicaciones del Grupo 16, donde fundó el suplemento de libros ‘Disidencias’, en la SER, en Radiocadena (donde obtuvo el premio Ondas 1988 por su programa ‘El mundo por montera’) y en Televisión Española (con programas como ‘Encuentros con las Letras’, ‘Tauromagia’, ‘Biblioteca Nacional’, ‘La Noche – El Mundo por Montera’, ‘La Tabla Redonda’, ‘Negro sobre Blanco’).

Entre 2004 y 2012 dirigió y presentó en Telemadrid el programa literario ‘Las Noches Blancas’. También dirigió y presentó en La 2 de TVE el programa literario ‘Libros con uasabi’.

Fernando Sánchez Dragó ha fallecido dejando atrás un amplio legado literario pero también político, de una persona que curiosamente aseguraba «detestar» todo lo que tuviera que ver con lo «institucional».

«Todo lo que sea institucional, lo detesto», señalaba en una entrevista con Europa Press en 2016 con motivo de la publicación de su libro ‘Shangri-La’. Precisamente, en esa publicación –una de sus últimas–, el escritor detallaba un modo de vida que incluía una alimentación sin productos industriales, la automedicación en ocasiones, mucho sexo («es mi único pecado capital», aseguraba) y un rechazo general al actual modo de vida, en especial al propuesto por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo», escribía en redes sociales este mismo lunes el autor madrileño, acompañando el texto de una foto junto a su gato, apenas dos horas antes de conocerse la noticia de su muerte. Sánchez Dragó fue un defensor en los últimos años de su vida de la apuesta por «seguir viviendo de forma juvenil» pasados los ochenta años de edad.

Dentro de este ‘secreto de juventud’, incluía cosas como por ejemplo el irse a Siria para darse «un chute de vida», tal y como señalaba en esa entrevista de hace siete años. «Me quiero ir dentro de un mes a Siria, ya estoy tramitándolo, y me iré con mi pareja (por entonces, la periodista Anna Grau), como unos Bonnie & Clyde del periodismo. Cuando veo una zona caliente, mi impulso es ir allí, ya me ocurrió con Fukushima cuando estaba en Bangkok. Me gusta la vida peligrosa», apuntaba.

El Premio Planeta era consciente de que para mucha gente «resulte escandaloso decir» que le gustan las guerras, pero los consideraba conflictos «muy mitificados». «En las guerras vive todo, es donde la gente vive más y los sentimientos se expresan con vehemencia. Las guerras van a rachas y no todo el mundo está pegando tiros las 24 horas del día», señalaba.

Sánchez Dragó ha relatado a través de redes sociales sus últimos días. «Campo, conversación, literatura y amistad. Beatus ille», reza el tuit publicado este domingo por el periodista, empleando esta expresión latina que se traduce como «Dichoso aquel (que…)», y con la que se hace una alabanza de la vida sencilla del campo frente a la vida de la ciudad.

Desde el campo, precisamente, es desde donde Sánchez Dragó ha publicado sus últimas fotos. Por ejemplo, una fotografía en la que se le ve conversando y tomando el aperitivo con dos amigas catalanas, Montse y Clara, esta última, su editora en Planeta hace años; y otra con el escritor soriano José Ángel González Sáenz, paseando por el campo.

Sánchez Dragó seguía expuesto a la vida pública y conectado con la política, como muestra su participación directa en la última moción de censura en el Congreso. Recientemente, explicaba cómo propuso el nombre de Tamames al líder de Vox, Santiago Abascal, el pasado 11 de enero durante una comida «de amigos, alrededor de un vaso de vino».

A este respecto, comentaba que se barajaron varios nombres y fue ahí cuando él pensó en el episodio histórico del que fue general y presidente francés Charles De Gaulle, al que se recurrió en Francia el pasado siglo en la crisis por la independencia de Argelia.

«Me parecía que aparte de la trayectoria impecable, prestigio, sin perfil de derechas, habíamos intervenido en la famosa algarada antifranquista en la Universidad de Madrid en 1956, que puso en marcha un largo y lento proceso que conduciría al 78, a la Constitución y a la democracia», afirmaba.

LA CÁRCEL FRANQUISTA

Sánchez Dragó fue miembro de la conocida como ‘Generación del 56’, compartiendo aquí espacio con el propio Tamames, y que en ocasiones le costó su paso por la cárcel. Así lo relataba por ejemplo en otra de sus obras, ‘Galgo corredor’, una crónica de los años feroces del franquismo.

En esta obra, el autor recoge lo sucedido desde que llegó a la universidad hasta que salió camino del exilio –y, con todo, Dragó afirmaba que el Madrid de la época era «la ciudad más libre que había conocido nunca»–. En el año 2001, se hizo público que iba a ser uno de los 1.037 beneficiarios de las indemnizaciones que otorgaba la Comunidad de Madrid a los presos del franquismo –por entonces, 67.636 pesetas–, lo que generó cierta polémica.

En la capital española el joven autor vivió la bohemia, sus primeros pinitos en la literatura, la refundación del Partido Comunista de España (PCE), el motín del 56 y tres ingresos en la cárcel como preso político. En esos años se casó, se fugó a Italia con el segundo gran amor de su vida y vivió apasionadamente un tercer romance.

POLÍTICA Y POLÉMICA

La polémica siguió acompañando también a este escritor multipremiado –su último galardón fue el pasado mes de febrero, cuando el periodista recibió el Premio Castilla y León de las Letras 2022, dotado con 18.000 euros– por motivos políticos.

Por ejemplo, con este tuit que puso en noviembre de 2022 en torno a la figura de José Antonio Primo de Rivera. «José Antonio: un héroe, víctima de las dos Españas. Le rindo honores. No es política, sino oración, respeto y reparación. Mala sangre tienen quienes profanan sepulcros, sean de quienes fueren. Volverá a estar cara al sol. Llora hoy el otoño antes de que la primavera ría», decía.

También fue llamativo cómo en el año 2016 el escritor pidió poner el nombre de su padre a la plaza del franquista Juan Pujol, ya que consideraba al periodista franquista responsable de la muerte de su progenitor. Sánchez Dragó acudió a esta plaza con un letrero con el nombre de su padre para sustituir el de Juan Pujol.

El pasado viernes 7 de abril, el escritor y periodista ya anunció por medio de sus redes que se encontraba en su casa de Castilfrío y no descartaba acudir a alguna procesión a Soria.

«Llevo siete días exactos en Castilfrío sin salir de casa. Estoy mejor dentro de ella que fuera, sobre todo en Madrid. Las paredes de mi vida son la soledad y el silencio. Dentro de un rato, pese a ello, y con alguna reticencia, voy a bajar a Soria para ver la procesión», comentaba.

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3 COMENTARIOS

    • Murió de eso que se llama infarto, y que como bien sabes «sólo les pasa a los que nos hemos vacunado contra la Covid»…. qué melón chaval. Los infartos no existían antes de la pandemia como todo buen negacionista sabe. ¿No te habías enterado?.

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