Eduardo Muñoz Martínez.- El Martes Santo, conocido también como «Martes de la Controversia», remontándonos a la primera Semana Santa de la historia, se considera como el día más doloroso para Jesucristo, como persona. Es entonces cuando anticipa su muerte, la traición de uno de ellos y la negación que iba a sufrir por parte de otro, que como bien sabemos, serán Judas Iscariote y Pedro.
Nos tenemos que situar ahora en los tiempos de Jesús: Israel estaba ocupada por los romanos y gobernada desde Roma. Sus habitantes, los judíos, debían pagar sus impuestos como forma de sometimiento al César, se encontraban los fariseos y los herodianos, aunque no todos estaban conformes, y aparecen grupos como los Zelotas.
Durante el «Martes de la Controversia», mientras Jesús predicaba, fue un nterceptado por los saduceos y los ancianos. Fue tildado de rebelde por predicar sin ser sacerdote; los fariseos le cuestionaron por qué no hacía nada; por qué permitía que les cobrasen los impuestos.
«Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Jesús no pretende ni gobernar, ni enfrentarse a Roma, sino dar a entender que el Pueblo de Dios poco o nada tenía que ver con la forma en que Israel estaba gobernada.
De acuerdo con las fuentes consultadas, este día advierte sobre la traición, la negación…, está considerado como el primer «día de luto», y se reza, -al menos en algunos lugares-, el «Oficio de Tinieblas».
………….Y gracias a Judas Iscariote, hay semana santa.La iglesia y sus delegados celestiales, tienen una deuda impagable con el, ya que es el personaje clave de esta religion, sin el no existiria