María del Rosario (Charo) Bernal Celestino nace en Puertollano, aunque desde su infancia reside en la capital, Ciudad Real. Su gusto por la literatura arranca desde su niñez, y es cuando escribe sus primeros poemas. Cuenta con diferentes publicaciones tanto en poesía, como en prosa, además de un buen número de publicaciones colectivas. Su obra ha sido premiada en multitud de ocasiones. Su obra se lee en diferentes revistas literarias en España y en América. Además, dirige un blog y un canal Youtube.
Ama el arte en general y la literatura en particular Para ella la poesía es el lugar donde se pierde, se encuentra, se perdona y se redime. Su poesía arranca de un estímulo, ya sea sensorial, sentimental o emocional. Añora las cosas sencillas, la vida de antes, sin prisas, la felicidad de las pequeñas cosas y cree que hay que abrir paso a que los jóvenes se manifiesten con nuevas formas, siempre con el respeto y la estética que la poesía se merece. En nuestra entrevista vamos a conocer un poco más a esta excelente poeta.
¿Quién es Charo Bernal Celestino?
Es una mujer serena, muy familiar y muy amiga de sus amigos. Amante del arte en general y de la literatura en particular. La poesía es una brisa constante que perfuma su vida y le ayuda a ser mejor persona. Le encanta viajar y hablar con la gente, porque de todas las personas aprende algo. Adora las plantas y los animales.
¿Cómo le cogió el gusto a la poesía? ¿Por qué escribe?
La culpable de mi amor a la poesía es mi madre y una libretita que guardaba con una recopilación de sus poemas favoritos.
Escribo por urgencia. Siempre digo que la poesía me reclama, como una niña inquieta que viene a tirarme de la manga en cualquier momento del día o de la noche. Se manifiesta mediante una imagen, un primer verso, un sonido, una emoción, un sentimiento… Y cualquiera de esos estímulos intenta hacer su nido en algún lugar de mí, entonces le hago hueco y ayudo a construir ese poema.
¿Qué concepción tiene de la poesía? ¿Qué meta debe alcanzar este arte y qué puede o debe cambiar?
Para mí la poesía es el lugar donde me pierdo, me encuentro, me perdono y me redimo. Es terapéutica y, como dice la poeta colombiana Piedad Bonnett, es también compañía. Su escritura favorece la introspección, nos ayuda a tomar distancia de nuestras emociones y, por tanto, nos ayuda a sanar heridas y a comprendernos mejor
La meta que debe alcanzar creo que es la que ha alcanzado con los grandes poetas a lo largo de toda la historia: emocionar y permanecer, porque cuando un poema es inmenso, es atemporal y eterno.
Con respecto a qué puede o debe cambiar, no sé, creo que siempre habrá corrientes diferentes y que hay que abrir paso a que los jóvenes se manifiesten con nuevas formas, siempre con el respeto y la estética que la poesía se merece.
Ha logrado numerosos reconocimientos literarios. ¿Cree que esos poemas que le consagraron ganadora fueron sus mejores poemas?
Numerosos no, algunos. Con sinceridad, no sabría decir qué poemas míos son mejores, creo que tienen su momento para mí y su momento para el lector. El poema leído en diferente tiempo y contexto no significa lo mismo.
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Creo que ha evolucionado bastante porque antes daba más importancia al fondo que a la forma, con el tiempo me exijo mucho más y cuido ambos aspectos. Ahora tiro muchos poemas de los que escribo porque no me conformo fácilmente. Además, intento leer mucha poesía variada y aprender de tantos buenos autores como tenemos a nuestro alcance.
¿En qué medida existe una relación entre la literatura y los principios éticos, morales y, sobre todo, sociales?
La ética y la moral hablan del obrar humano en relación con el bien y el mal, y los temas sociales nos envuelven en nuestra cotidianeidad, así pues, son temas que se filtran con mucha frecuencia en la literatura y que tienen un peso muy importante porque la literatura habla de la vida.
¿Cómo es su propio proceso a la hora de escribir poesía?
Como he dicho anteriormente, mi poesía arranca de un estímulo, ya sea sensorial, sentimental o emocional. Eso constituye el germen de mi poema, ahí nace el primer verso. Nace del fondo irracional del subconsciente, por eso responde a la emoción y no a la razón, incluso muchas veces surge cuando estoy en estado de duermevela. Después se completa con más tranquilidad, a veces en un día nace un borrador, otras veces tarda semanas, algunos los he tenido en reposo años hasta terminarlos.
¿Cómo ve actualmente la literatura, y en particular la poesía, en nuestra provincia?
En la actualidad veo un resurgimiento de la poesía. Me alegra ver que hay mucha gente que se aproxima a la escritura y me gustaría comentar algo al respecto: estoy de acuerdo en que hay una avalancha de gente que escribe en las redes y que no todo se puede considerar poesía, pero hay algo positivo en esto, y es que se intenta, con menor o mayor acierto. Creo que no se debería derribar su ilusión, como me consta que lo hacen algunos buenos escritores y algunos críticos, podrían ayudar con una crítica constructiva, unos consejos y recomendaciones, en lugar de hundirles la moral, porque todos los comienzos son torpes y leer e intentar acercarse a escribir, ya es algo que me parece importante. Después habrá quien progrese y quien no, pero eso ya es otro asunto.
Con respecto a nuestra provincia ya sabemos que es cuna de grandes escritores y poetas maravillosos.
Dice uno de sus versos; “apelo a la nostalgia de las cosas sencillas”, ¿qué añora Charo Bernal?
Añoro las cosas sencillas, la vida de antes, sin prisas, la felicidad de las pequeñas cosas, porque apenas teníamos y el anhelo de ellas trazaba un camino por el que transitábamos soñando alcanzarlas. Ya sabemos que la felicidad no está en el destino sino en el viaje. Añoro las conversaciones profundas y la humildad, bondad, empatía y generosidad en las personas, que no encuentro con la facilidad de antes.
También ha escrito novela. ¿Se siente más poeta o novelista? ¿Disfruta más escribiendo poesía o novela?
Me siento más poeta por la urgencia de la que he hablado antes. La escritura de novela responde más a la razón, porque necesita mucha labor de planificación, documentación, mucho tiempo y perseverancia. Cuando escribo poesía es porque necesito contarme algo a mí misma, en primer lugar, aunque después la publique; cuando escribo novela es porque necesito contarle algo al mundo.
Disfruto con ambos géneros porque me gusta contar, pero son maneras muy diferentes de abordar el proceso creativo.
Y, por último, ¿Qué es la libertad para usted?
Es el puente que me ampara para ser quien soy y me permite pensar y escribir lo que deseo. Además de convertirme en alguien responsable de no menoscabar la del prójimo.