El pasado 22 de febrero, una delegación de USO Industria formada por Pedro Ayllón, secretario general; Raúl Montoya, secretario de acción sindical y salud laboral; y Juan Cerrillo, responsable del sector petroquímico, mantuvieron reunión en el Congreso de los Diputados con los grupos parlamentarios de ERC y del PP respectivamente, concretamente con Joan Capdevila, presidente de la comisión de industria, comercio y turismo, y Miquel Salvans en la reunión con ERC y con Jesús Postigo, vocal comisión de industria, comercio y turismo, y Juan Antonio Callejas en la reunión con el PP.
A ambos grupos se les planteó la preocupación del sindicato por el Pacto de Estado por la Industria y la Ley de Industria y por la difícil situación de los diferentes sectores y en especial del sector petroquímico.
Respecto al Pacto de Estado por la Industria y Ley de Industria, USO manifestó la necesidad de alcanzar un pacto de estado imprescindible para afrontar los nuevos retos (transición ecológica, digitalización, energías renovables, descarbonización, economía circular, vehículo eléctrico, movilidad sostenible), cuestiones derivadas en su mayoría de las medidas y leyes para cambio climático y la transición energética.
«En ese sentido, una ley como la vigente de 1992, debe ser modificada para ser una herramienta útil, para afrontar este futuro inmediato de transformación e incrementar el peso de la industria en nuestro PIB, cuestión estratégica para tener una economía más fuerte y un empleo más estable, sostenible y de calidad», señala el sindicato.
«Para todo ello se requiere un mayor peso institucional de industria, dotar de competencia y contenido a las estructuras de Gobernanza y realizar una buena gestión de los Fondos de recuperación para transformar la industria. Se constata la mala gestión de los PERTE, como ha sucedido en el agroalimentario y en el del desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. Se necesitan proyectos más agiles y versátiles», concluye.
La economía española se ha caracterizado por desarrollar un potente sector servicios en las últimas décadas, del 46% del PIB en 1970 al 75% en el año 2022. Durante el mismo período, la industria y la energía redujeron su peso del 25% al 15,9%. Esta tendencia tiene y debe ser reversible.
La transición industrial en su doble vertiente: digital y ecológica no debe llevar aparejados procesos de desindustrialización, sino de reindustrialización inteligente y sostenible.
En cuanto a la industria petroquímica analizamos la situación del sector y manifestamos nuestra preocupación por el impacto de la transición energética en un sector estratégico, donde debemos ser capaces de asegurar la producción y el empleo. Desde USO industria reivindicamos medidas que aminoren ese impacto como es la implantación de los coeficientes reductores.