El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha reivindicado esta mañana en el Palacio Provincial, durante la entrega del I Premio Concha Tolosa a la activista, feminista y exprostituta Amelia Tiganus, más implicación política y social contra la violencia machista, la prostitución y la trata. Un galardón que se crea a iniciativa del propio Caballero en memoria de quien hizo de su vida una cruzada por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Y también a proteger a las víctimas de la violencia por el mero hecho de ser mujeres.
Caballero ha comentado que con el premio celebramos la vida y la causa de Concha Tolosa antes de dar la enhorabuena a Amelia Tiganus, a quien ha agradecido que lo haya aceptado poniendo en valor su carácter luchador y, sobre todo, que haya vencido. “Este acto nos sirve para seguir reivindicando que no nos da igual, que la violencia de genero, la violencia machista no es una cosa que pasa porque tiene que pasar”, ha dicho Caballero, quien ha asegurado que es una obligación que en todo momento dispongamos de los recursos necesarios para proteger a quienes sufren. Y ha añadido que es necesario denunciar la lacra que sufren miles de mujeres y que no pierda la memoria de las que ya no están con nosotros.
El presidente de la Diputación cree que la tibieza no tiene lugar, que hay que hablar de asesinos, porque el lenguaje no es neutral y hay que llamar a las cosas por su nombre. “Quien mata a una mujer es un asesino”, ha reiterado antes de explicar que le preocupa escuchar a alguien que se dedica a la cosa pública intentando quitar hierro a las agresiones machistas, que le resulta ofensivo las vueltas que se dan para buscar una causa a ese hecho culpable que no sea una condena explícita a la violencia ejercida contra las mujeres. Entiende, por tanto, que “hay que desligitimar social y públicamente a todos los asesinos y cómplices”.
Aunque Caballero ha precisado que también es alentador que haya hombres y mujeres de distinta procedencia e ideologías como los que se han dado cita en el Palacio de la Diputación esta mañana “para reivindicar que queremos una sociedad decente, madura y avanzada, donde todas las mujeres se sientan seguras; una sociedad sociedad libre de violencia machista, de trata y de prostitución”.
Entiende el presidente de la institución provincial que la sociedad tiene que dar una respuesta efectiva a las mujeres que sufren violencia y a sus hijos e hijas, que se castigue a los agresores y se proteja a las víctimas con respuestas que no las victimicen, porque esta lacra social constituye “el crimen encubierto más frecuente del mundo. Y en lo que se refiere a la realidad de la prostitución y las trata se ha mostrado partidario de diseñar políticas integrales para las mujeres y sus hijos.
Caballero ha hablado, asimismo, de ayudar y de estar al lado de quienes deciden abandonar la prostitución y de perseguir las mafias y de transformar la mentalidad de los varones que la justifican.
Existen, para Caballero 49 razones para otorgar el Premio Concha Tolosa, que son las 49 mujeres que murieron el año pasado por causa de la violencia machista, a las que hay que sumar las 6 que han fallecido durante el mes de enero. Otra razón son sus hijos e hijas que se han quedado huérfanos, a la que hay que sumar tantas razones más como “mujeres que siguen sufriendo porque viven amenazadas y no son libres”.
Ha defendido que todos los días del año tienen que ser 25 de noviembre y ha hecho público su compromiso personal e institucional con la lucha contra la violencia machista, “porque no es algo aislado y no se puede diluir con su negacionismo cómplice”. Ha reconocido Caballero que es verdad que se ha adelantado mucho, pero también ha querido dejar claro que queda mucho por hacer estableciendo prioridades que comparten con el Gobierno regional. En este punto, ha indicado que resulta más difícil acabar con una situación de opresión en las zonas rurales que en las urbanas, por lo que ahí es necesario incidir con más fuerza.
Los avances, por tanto, no son suficientes para Caballero, quien considera que hay que incorporar recursos a esta batalla, porque si son suficientes funcionan bien. Aunque la sensibilización, a su juicio, es muy importante. En este sentido, ha mostrado su preocupación por lo que está ocurriendo entre los jóvenes, de ahí que sea prioritaria una estrategia dirigida al colectivo juvenil, “porque nos encontramos con cifras espeluznantes y con reacciones que corresponden a hombres y mujeres del siglo pasado”.
El presidente de la Diputación ha señalado antes de concluir su discurso que el miedo y el sufrimiento tiene que aflorar. Y que las mujeres que denuncien tienen que encontrar seguridad, garantía y confianza. “No tenemos que ser espectadores, hay que actuar. Ese es mi compromiso y, sin duda, el de todos ustedes”, ha dicho.
Un premio “humano y personal”
Amelia Tiganus reconocía cómo a pesar de tener en su haber numerosos premios y reconocimientos ninguno “tan humano y personal” como el premio Concha Tolosa que recibía de las manos del presidente de la Diputación, un premio que, según subrayaba, llevará con el mayor orgullo allá donde vaya.
Tiganus destacaba cómo su trabajo está basado en transmitir un mensaje crucial a la sociedad, que no es otro que el impacto que tiene la prostitución en la vida de todos, especialmente en la vida de las mujeres, así como en romper la dicotomía que existe entre unas y otras, buenas y malas, putas y santas.
La escritora y feminista, de forma contundente denunciaba el patriarcado y cómo se ha servido de la deshumanización de las mujeres para convertirlas en meras mercancías donde unos eyaculan y otros se enriquecen definiendo la explotación sexual como crimen organizado.
Ante esta realidad, hacía un llamamiento a la responsabilidad política y también social en torno a un rechazo contundente contra todo tipo de violencia, y en especial la violencia sexual, llamando la atención sobre la importancia de la educación y la necesidad enseñar a los jóvenes a transmitir sus afectos y compartir su sensibilidad en torno a relaciones sanas, que poco o nada tienen que ver con el mundo de la pornografía, al tiempo que denunciaba la hipersexualización y cosificación de las niñas.
La Consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, definía la celebración de la primera edición de este premio como un ejercicio de valentía por parte de la institución provincial y agradecía el compromiso de la Diputación contra la violencia hacia las mujeres, poniendo el énfasis en los 2 millones de mujeres en el mundo que son víctimas de la trata, 45.000 al año en nuestro país, de las que 36.000 son con fines de explotación sexual.
Fernández, que destacaba cómo la prostitución no es el oficio más antiguo del mundo, sino la esclavitud más antigua del mundo, abogaba por una ley abolicionista para combatir leste tipo de explotación y desvelaba cómo el Gobierno de Castilla-La Mancha pretendía que se utilizará la Ley del solo sí es sí para luchar contra la explotación sexual, para lo que presentaron alegaciones a la ley refiriendo explícitamente que debía recoger el tema de la prostitución.
El acto, que ha estado brillantemente conducido por la actriz tomellosera Sonia Ruiz Parra, ha contado con actuaciones en directo del grupo “The Viboras”, un dúo integrado por dos mujeres que se identifican en la vida y a través de sus trabajos musicales con la lucha por la igualdad.
Ya no se conforma con salir en todas las fotos de la prensa simpatizante, osea, TODA.