Comité Provincial del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Ciudad Real.- Las pésimas condiciones de trabajo en el campo, con salarios ridículos, más aún teniendo en cuenta que el horario para los jornaleros es de sol a sol, así como la soberbia de los terratenientes, está repercutiendo en la falta de mano de obra ¡esclava! del campo.
Unos agricultores de Ciudad Real han denunciado la falta de trabajadores del campo para la campaña de la aceituna de este año, quejándose que este problema pone en jaque la recogida. Dicen que la gente prefiere cobrar el paro a trabajar en el campo. ¡La gente prefiere cobrar por no hacer nada antes que trabajar como máquinas para cobrar una miseria! Dicen que están dispuestos incluso a darles de alta en la Seguridad Social. ¡Faltaría menos!
Estos dos agricultores, a su vez, han dado una solución a este problema: llegada de inmigrantes para recoger la aceituna. ¡Usemos a los inmigrantes para hacer el trabajo que no quieren los españoles! Se les paga menos porque estos trabajadores, faltos de derechos humanos en general y laborales en particular en sus países de origen, se agarran a un clavo ardiendo, para luego deshacernos de ellos cuando termina la campaña. Así es como nos ven a los trabajadores los terratenientes, los propietarios de tierras: como máquinas, como aperos de labranza, como tractores, que una vez no servimos o no les convenimos, se deshacen de nosotros.
Hace escasos diez años, con la introducción de máquinas más sofisticadas en el campo que hacían el trabajo de varios jornaleros, los propietarios de tierras se jactaban de la práctica inutilidad de los trabajadores ante las máquinas. El uso de máquinas como los paraguas, que en escasos minutos recogen lo mismo que un puñado de trabajadores, hizo que el paro en las campañas del campo aumentase de forma vertiginosa.
El avance científico y tecnológico son un avance para el Ser Humano. El problema es, que si este avance, si las máquinas, si las mejoras tecnológicas, están en manos de los capitalistas, de la burguesía, esto desemboca en aumento de paro para los trabajadores y aumento de capital en manos burguesas. Además, supone unas repercusiones indirectas, generadas de este avance tecnológico en manos equivocadas, como puede ser la falta de derechos, pues los trabajadores, abrumados por las pésimas condiciones a las que nos somete el capitalismo, y ansiosos de trabajar ¡para sobrevivir!, aceptan prácticamente cualquier condición laboral, aunque ello suponga un salario ínfimo, no estar dado de alta en la Seguridad Social -ante el peligro que ello supone ante accidentes laborales y ante una inspección de trabajo-, no tener contrato, no tener un horario fijo…
El capitalismo, ese elemento moribundo, intenta sobrevivir como sea, ahora en la Industria 4.0. Mientras, el proletariado es otro elemento moribundo, abrumado por los coletazos agonizantes del capitalismo. Y, ¿qué hacen al respecto los sindicatos amarillos al servicio del capital como son CCOO y UGT? Absolutamente nada. Tal es el caso, por ejemplo, del famoso ERE de Coca – Cola, donde los sindicatos pactaron un ERE con la empresa para despedir a 360 trabajadores en toda España. O lo mismo ocurrió con Nissan, donde estos sindicatos podridos y envenenados por el capital, firmaron un ERE que despedía a 2.525 trabajadores en España.
Ante todo esto, ¿qué nos queda por hacer a los trabajadores? ¡Organización, lucha y solidaridad! Los trabajadores tenemos que poner a nuestro servicio las máquinas, todo con una economía planificada, utilizar el avance tecnológico y científico para mejorar la vida de los trabajadores.
¡Socialismo o barbarie!