Vergonzoso, señora Masías, vergonzoso

Eduardo Muñoz Martínez.– Corre por mi pueblo, Miguelturra, para los y las que no lo sepan, un dicho referente a cierto señor, que vivió en el siglo pasado, de quién dicen que su mujer era algo «ligera de cascos», al que cuando faltaba poco para que se casará, al enseñar la casa, -que era lo propio en aquellos tiempos-, le decían: «fulanito, que bonita está la colcha de la cama», y él contestaba: «sí, sí, pero ju, ju». Pues refiriéndome a la iluminación navideña de nuestra ciudad, de este año, eso digo yo: «ju, ju».

Es verdad que si nos damos una vuelta por la Plaza Mayor, por una buena parte del casco urbano, está maravillosamente iluminada pero, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, lo que muchos, y muchas, posiblemente no sepan es lo que conlleva la iluminación en sí. Vamos a intentar explicarlo. Suponiendo, que no lo creo, que las luces ya no se enciendan el siete de enero, desde el día 2 de diciembre, al Día de Reyes, habrán transcurrido 35 días, en los que habrán lucido durante ciento setenta y cinco horas. Es verdad que son puntos de luz «led», y que consumen aproximadamente quince vatios, cada uno de ellos, pero verán que resultados: Si esos 15 vatios los multiplicamos por el total horas, se convierten en 875, pasan a ser 1.240.312.400.000, en total. Ahora habría que multiplicar este número de vatios por su precio, que es, -por general-, 0,0002611, y ya tendríamos el coste, a excepción de lo que haya costado el alquiler, o la compra, de los que no formen parte de la adquisición de años anteriores. A qué no se habían parado a pensarlo? Pues ahí lo tienen. Y, saben de dónde sale?, pues del bolsillo de cada uno de nosotros: un poco de impuestos, otro poco de multas…, o sea, un buen número de esos puntos «led», son de cada uno de nosotros, vecinos, y vecinas, de Ciudad Real.

Vergonzoso, señora Masías, vergonzoso. Es verdad que usted tiene cualidades para muchos cosas, entre ellas para improvisar y para mentir. Últimamente, lo siento, cuando la oigo hablar, me recuerda mucho a un ave de origen tropical, a un loro, para que todos y todas nos entendamos. Por qué? Porque como tanto improvisa, piensa poco lo que dice. Quiere usted alguna muestra? Se acuerda de cuántas veces ha dicho que le encanta trabajar por una ciudad, y por sus vecinos, a la que quiere, a los que quiere, con todo su alma? En la tarde de ayer, día dos de diciembre, y para no ir más lejos, afirmaba usted que el objetivo del Ayuntamiento para esta Navidad, es favorecer que la gente pueda disfrutar, estar con sus seres queridos, y aprovechar el momento para hacer ciudad también con la gente que nos visite». Por cierto, piense más en los, y las, de aquí, que al fin y al cabo son los, y las, que han de darle su voto, su confianza.

Vergonzoso, señora Masías, vergonzoso. Parece mentira que con esos sentimientos que dice tener, no solamente no haya copiado del modo de actuar, usted que viaja tanto, de los consistorios de otras ciudades y pueblos, y no solamente no ha reducido, o suprimido, como en otros lugares, sino que ha pasado del millón y medio de puntos de luz del año pasado, a un millón seiscientos veinte mil, con un lógico aumento en el gasto. Vergonzoso, señora Masías, vergonzoso. Una pregunta. Entre esos ciudadanos, y ciudadanas, a quienes tanto dice que quiere, que tanto le preocupan, también están las familias que no son capaces de llegar a final de mes, o los, y las, que tienen fuertes problemas económicos? Pues no se le olvide que ellos, y ellas, también votan y que, visto lo visto, puede ser que no confíen en Ciudadanos

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1 COMENTARIO

  1. Querido Eduardo:

    no le conozco, no conozco su relación con Ciudadanos ni por qué ha terminado tan quemado, tampoco sé qué relación tiene con este diario para que le dejen escribir con tan mala ortografía; pero lo que sí sé es que es usted un «ocioso» como dice mi señor padre, que se dedica a estas cosas por no tener otros deberes.

    Soy el primer crítico de nuestra alcaldesa, creo que ha tenido grandes fallos que se podían evitar, pero también soy capaz de ver lo que ha conseguido y los avances que ha logrado pese a tener tanto en contra.

    Se le puede acusar de muchas cosas, pero de poner muchas luces de Navidad… el caso es quejarse, precisamente, por no tener otra cosa que hacer.

    En conclusión, por supuesto es usted libre de seguir teniendo su rincón de heces semanal, pero le aconsejo que no sea mala persona, que es malo para la salud.

    Saludos.

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