El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado hoy, en Toledo, que esta región ha conseguido que “se pueda defender el agua para todos, también para los que la tienen en su paso y carecemos de ella desde hace tiempo”. El jefe del Ejecutivo regional hacía estas declaraciones en alusión a la reunión que hoy celebra la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura y en la que, según ha podido desvelar, se espera “un trasvase mínimo, exclusivo para consumo que es el que nosotros nunca negaremos”, ha explicado.
“Si no hubiéramos sido capaces de acabar con el memorándum de la vergüenza que dejó firmado Cospedal, hoy no se estarían aprobando 7, sino 37 hectómetros cúbicos, y lo estarían aprobando los mismos que vienen a manifestarse a Fuensalida hoy, es paradójico”, ha manifestado el presidente regional, recordando que cada vez se suman más piezas “en la defensa del interés general”. Se refería en este punto a la “paralización del cementerio nuclear”, en alusión al Almacén Temporal Centralizado, en la provincia de Cuenca, que “hubiera supuesto una hipoteca radioactiva para muchísimos cientos de años en el entorno con una gran contaminación ambiental y que hemos conseguido echar abajo”.
A juicio de García-Page, Castilla-La Mancha ya ha cumplido con su cuota de colaboración nuclear y “no queremos que la región se vea atravesada permanentemente por bidones radioactivos”, por lo que he defendido el planteamiento que pasa por que el residuo nuclear se quede donde se fabrica y “no que se mueva de un lado para otro, porque esa mercancía es muy peligrosa”.
Fundación Quercus
El presidente de Castilla-La Mancha hacía estas declaraciones esta mañana, junto a la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, tras la firma de un convenio de colaboración con la Fundación Quercus para la inclusión social de personas jóvenes ex tuteladas por la Administración regional. Precisamente, en este contexto ha señalado que “la defensa de la tierra pasa también por defender a los servicios sociales que trabajan en la cooperación social”.
La iniciativa de la Fundación y su relación contractual con el Gobierno regional tendrá continuidad en otras de similares características y fines sociales, sin ánimo de lucro que “reflejan una forma de entender en Castilla-La Mancha la colaboración público-privada”, ha dicho.
García-Page ha agradecido el esfuerzo que ha hecho la familia Cantarero, responsables de la Fundación Quercus, que, “con seña de identidad propia en la región”, han decidido tener esta implicación social.
Según ha indicado el mandatario regional, en Castilla-La Mancha hay 1.077 menores en el sistema de protección. Hay 59 hogares de protección de menores gestionados en colaboración con entidades privadas. “Contamos con muchas entidades que colaboran en la tutela de menores que hacen un trabajo sensible y no siempre bien reconocido”, ha apuntado el presidente, significando así a estos técnicos.