La Hermandad de la Virgen de los Dolores compartió este pasado sábado 5 de noviembre un espléndido acto cultural para conmemorar los 80 años de la llegada a Almodóvar del Campo de su imagen titular, obra del prestigioso artista Mariano Benlliure Gil.
La proyección en el Teatro Municipal del trabajado documental ‘Juana de Oteyza. Del dolor a la eternidad’, que desentraña la intrahistoria de cómo el escultor valenciano se inspiró para modelar el rostro y la expresión de las manos de ésta y de otras tres tallas más, fue punto álgido del evento.
Convocatoria en la que se hizo también un repaso exhaustivo a la trayectoria de Benlliure, al coincidir el 75º aniversario de su fallecimiento y en la que puso exquisita nota musical el dúo ‘Audi Filia’, con piezas renacentistas y el colofón de ‘Dolorosa de la Veracruz’.
Y todo bajo el común denominador del “sentimiento y la emoción” que destelló desde un escenario presidido, entre otros referentes, por el simpecado de la Virgen de los Dolores, los estandartes de los siete dolores y una de tantas mantillas enlutadas del Viernes Santo.
Así lo explicitaba en los prolegómenos al inicio la actual hermana mayor de la cofradía, Belén Viñas Fúnez, quien, con compañeras de su junta directiva, también de la anterior, ha dedicado con gran esmero no poco tiempo a la hora de organizar la conmemoración.
“Le hemos puesto mucho empeño, mucha ilusión y aunque estoy nerviosa, estoy también feliz de ver a todo el pueblo por una única causa, que es la Virgen de los Dolores y para mí es un orgullo estar rodeada de toda esta gente, estoy encantada”, apuntaba en referencia a lo multitudinario acompañamiento que se registró.
Así se lo reconocía también José Lozano, quien felicitó a la Hermandad en conjunto “por el trabajo que vienen realizando desde hace tantísimo tiempo y se ve recompensado en este acto de reconocimiento que, para mí como alcalde, es todo un honor participar en él”.
El regidor encabezaba la asistencia de autoridades locales en el plano civil y el párroco Juan Carlos Torres en el religioso, sumándose también numerosas personas llegadas desde otros puntos de la geografía nacional a la cuales se agradeció el gesto.
Almodóvar, Crevillente y Cartagena, simbólico hermanamiento
Sobre todo, porque en una suerte de hermanamiento con Crevillente y Cartagena, las respectivas poblaciones alicantina y murciana que atesoran las otras tallas de la Dolorosa de misma faz esculpida por Benlliure, se desplazaron desde ambas no pocos habitantes.
Los más destacados sin duda eran los tres jóvenes crevillentinos autores y productores, de su propio bolsillo, del documental mostrado, Antonio Aznar Pastor, José Ramón Ortiz Mas y David Alfonso Carrillo, apadrinados durante el acto por su paisano Francisco Polo.
Con ellos y con otros ilustres invitados llegados de Cartagena, en particular de la cofradía conocida como ‘Los Californios’; de Madrid, con familiares de Juana de Oteyza; y de la familia Costi Ibarra, realizaron durante las horas diurnas una ruta por Almodóvar, que incluyó la Casa Natal de San Juan de Ávila o la parroquia para ver su video mapping.
Presentado por la periodista Esperanza Santos, antes de la proyección tomaron la palabra el alcalde José Lozano y el presidente del colectivo local de Amigos de la Historia, Javier de la Fuente, quien glosó la figura y obra de Benlliure apoyado en imágenes diversas.
Tras la explicación técnica de Polo sobre el documental, hablaron los autores del trabajo, muy bien documentado tanto por testimonios de familiares de la inspiradora de las tallas y cofradías que las atesoran, como por la generosísima información gráfica y escrita de época.
El objetivo de tan ingente labor, realizada en plena pandemia, era dar a conocer la historia personal, particularmente trágica, de quien sirvió de modelo a las Dolorosas de Crevillente para su Cofradía de Las Tres Marías y San Juan, Cartagena y Almodóvar del Campo.
“Vamos a ver la historia que está detrás de la historia de esa mujer”, anunciaban los autores, en referencia a Juana de Oteyza, esposa de Jesús Ussía y familia pudiente de Madrid que tuvo cinco hijos, aunque la mayoría no les sobrevivieron, dos de ellos a finales de 1929 en un accidente de coche en el que también viajaba ella.
Sería dos años después cuando el matrimonio, acudiendo al estudio de Benlliure para hacerle unos encargos, éste se interesó por el citado hecho, que fue de gran notoriedad, y Juana esbozó el rictus que inspiró al artista el gesto que buscaba para sus Dolorosas.
La primera de todas ellas es la de Almodóvar del Campo y, como compartieron los jóvenes investigadores, no habían sido capaces de localizarla hasta que, providencialmente, la cofradía almodovareña, por mediación de su secretaria, Juana María Castillo, enlace a posteriori de los crevillentinos, puso en marcha su página de Facebook y colgó fotografías.
En la biografía del escultor consta su destino Calzada de Calatrava, pero solo era un punto de escala para llegar hasta Almodóvar del Campo a quien le hizo este encargo para que procesionara solamente acompañada con mujeres con mantilla, Ascensión de Figueroa Delgado, quien pudo contemplarla una única vez, apenas dos horas antes de expirar.
Curiosidades
En el acto se apuntaron otras curiosidades más. Entre ellas, que quien trajo en carro desde Calzada la talla fue Francisco, una de las personas al servicio de la casa de Ascensión y quien es el bisabuelo de la hoy presidenta de la Hermandad de la Virgen de los Dolores.
Y la otra, que años después de los trágicos aconteceres referidos, en el exilio mejicano acabarían coincidiendo la propia Juana y el pintor almodovareño Miguel Prieto, quien le realizaría un retrato pictórico que, hasta la fecha, no se ha podido localizar.
Tras la proyección habló ya ante el público Belén Viñas Fúnez, para dar las gracias de la cofradía en la celebración del acto y valorar la importante aportación que se hacía para conocer el origen de esta importante obra que, por otro lado, forma parte del patrimonio local y que “a partir de ahora vamos a ver a nuestra Virgen de otra manera”.
Y concluyeron estas intervenciones con la no menos emocionada de Anabel Oliveira Costi, bisnieta de Ascensión de Figueroa, que daba las gracias a la Hermandad por “la manera en que cuidan a la Virgen, con ese amor como la tenéis tan preciosa y ese vestido nuevo que es impresionante”.
Ella dijo llevar ya seis años procesionando con la Virgen de los Dolores y se siente “muy orgullosa de Almodóvar del Campo y de ser esta tierra”, valorando que fuese en el seno de esta familia cuya icónica casa pervive en la calle Corredera, donde adquirió su fe.
Benlliure, atractivo turístico
Entre los corrillos previos y posteriores al acto se convino la posibilidad de hacer de esta talla otro atractivo turístico patrimonial, por la importancia de Mariano Benlliure Gil en la historia de la cultura del pasado siglo, más allá de la componente religiosa de la talla.
“Fue la primera de las tallas y Benlliure es un reclamo turístico porque para muchos es el mejor escultor que ha tenido España en el siglo XX y por eso puede dar mucha potencia a Almodóvar del Campo”, indicaban los autores del documental de 50 minutos de duración.
Desde la Hermandad, como dijo otra de sus integrantes y enlace de contacto inicial y continuado con estos tres crevillentinos que se mostraron encantados con la acogida, se abren a incentivar el turismo cultural y religioso que también puede aportar su colectivo.
Para el alcalde, “tener en Almodóvar del Campo una escultura de este calibre, de don Mariano Benlliure, es para estar orgulloso y debemos saberlo vender como reclamo”, reiterando el orgullo de entidades que como esta hermandad “trabajan por su pueblo”.
Y Viñas Fúnez valoró el apoyo recibido desde el Ayuntamiento y en especial del alcalde, indicando que “José Lozano se porta súper bien con todo lo que hay en el pueblo como lo ha demostrado y todo lo que le pedimos y está a su alcance nos lo brinda y nos escucha”.