El sacerdote claretiano Chema Manzano, toda una referencia social y sentimental en Puertollano, y muy especialmente en las barriadas del Carmen y las Mercedes, ha fallecido este sábado en Madrid a los 61 años de edad. Desde su llegada al municipio, Chema se ha ganado el cariño de muchos puertollanenses por su entrañable carácter y la sencillez y humildad con las que siempre luchó a lado de los más desfavorecidos. También ha dejado huella con sus memorables campamentos de verano.
Según reseña el sacerdote Pedro Antonio Rodríguez Menchén, «Chema era un pastor con verdadero ‘olor a oveja’, bueno donde los haya, todo con amor y siempre al lado de los últimos en los barrios del Pino, las Mercedes, San Sebastián o El Carmen».
En los mismos términos se ha expresado la Junta General de Cofradías de Puertollano, que ha recordado su gran entrega en la parroquia de las Mercedes, también como arcipreste de Puertollano, y su labor durante varios años para ensalzar la Semana Santa de la ciudad industrial
José María Manzano Crespo estuvo en tres etapas en Puertollano, entre 1989 y 1993; 1998 y 2008 y entre 2014 y 2017, donde trabajó con la población gitana en los barrios de El Pino, Las Mercedes, San Sebastián y El Carmen, una labor muy reconocida en la ciudad. Además, fue arcipreste durante varios años.
Nacido en Valladolid en 1961, ingresó en el Seminario Menor de Medina de Rioseco en 1972. Hizo sus primeros votos como claretiano en 1981, ordenándose sacerdote en 1987, según informa el Obispado de Ciudad Real.
«Nos deja su modo de sentir a la gente, de estar junto a ella, sobre todo de los últimos, y nos ha dejado también un ejemplo en estos últimos años llevando su enfermedad, sin retirarse, queriendo estar, hacer, no preocupar y molestar», dicen los claretianos en la nota necrológica que han publicado.
La misa exequial se celebró en la capilla del tanatorio de la M-30 de Madrid en la tarde del domingo 30 de octubre.
He tenido la gran suerte de conocer a Chema,cura del barrio y siempre dispuesto a la colaboración con el C.P. Doctor Limón.Preocupado por el absentismo escolar visitaba a las familias .abanderada todas y cada una de las justas reivindicaciones de ese barrio olvidado por todos ,payos y gitanos tenían en él a una persona dispuesta a escuchar y a ofrecer cariño y consuelo .Estoy seguro que ahora desde muy arriba sigue mirando con profundo amor a su barrio al que nunca olvidó.Fue un ejemplo para mí,alejado de todas las religiones,por su humanidad y sus prioridades en la tierra ,en esa realidad tan dura y difícil que intentó siempre mejorar.Nos dejaste,me atrevo a hablar en nombre de todos aquellos que compartimos contigo el trabajo en ese barrio olvidado,un recuerdo imborrable. Descansa y,si tienes alguna oportunidad,no nos olvides el barrio sigue necesitando tu ejemplo.
Una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Descansa en paz amigo, y gracias por todo.