Son miles las personas que se quejan de la falta de infraestructura social, cultural y popular en Valdepeñas. ¿Cómo es posible que en una ciudad tan importante como Valdepeñas, que sirve de ciudad principal para otras poblaciones aledañas, tenga unos servicios de transporte, sanitarios, educativos y culturales tan pobres?
Los autobuses urbanos. Un servicio solo diurno, con escasas paradas, las cuales, de por sí, están prácticamente abandonadas desde su instalación hace años. Un servicio que ofrece más ventajas a las personas jubiladas, que, casualmente, son los principales votantes del Gobierno socialista local. Un servicio que funciona poco y mal, con aglomeraciones por la escasa flota, con unos precios cada vez más altos y sin acceso aceptable para personas con movilidad reducida – o nula -. Con el fin de hacer un lavado de cara, más moderno, más comprometido con el medioambiente, el Ayuntamiento ha dicho que va a instalar dos nuevos autobuses eléctricos. ¡Vendrán genial para decorar! Porque no para su uso, debido no solo a los precios, sino también a la escasez -prácticamente inexistencia- de sus rutas y paradas. ¿Para qué dos autobuses más, si los que se tienen no se usan porque la gente está harta de su mala organización y funcionamiento, y prefieren gastarse más dinero en gasolina y hacer uso del transporte privado? En plena crisis energética y de petróleo, y en cualquier otro momento, ¡el transporte público al servicio del pueblo!
Pocos médicos y pocas urgencias. Antes era la crisis del COVID la excusa para mantener las urgencias limitadas; ahora que el COVID está casi superado, la excusa son los recortes. ¡Los sanitarios, que han sido los auténticos héroes, y no los policías que se paseaban repartiendo justicia divina, los que nos han salvado! Dentro del plano sanitario, no podemos olvidar a los trabajadores de la limpieza, que en plena pandemia, igual que los propios sanitarios, se enfrentaron y se enfrentan al virus con medidas escasas. Por otro lado tenemos las urgencias. Dos centros de salud y solo hay urgencias en uno. Los sanitarios de hospitales quejándose -en general- del colapso de las urgencias y en Valdepeñas tan solo funcionan en un centro de salud. Por no hablar de los recortes de personal y de medios.
Cultura. ¿Qué cultura hay en Valdepeñas? Ninguna. Muchos museos y muy poco accesibles. Eso sí, corridas -por no decir torturas y asesinatos de toros- y eventos taurinos en general que no falten. Las Fiestas del Vino, de Interés Turístico Nacional, y que tan renombre dan a la ciudad, cada vez más limitadas y privatizadas. Ya no es solo la inexistente variedad con respecto al año anterior -y a los otros setenta que se llevan realizando-, es que el acceso a las mismas está cada vez más limitado. La juventud está olvidada en Valdepeñas, véase a la hora del transporte público, por ejemplo, y por tanto en las fiestas no iba a ser menos, pues no se consulta a la juventud valdepeñera, ya que el Consejo de la Juventud está tomado por los mismos de siempre, que parecen más cerca de la edad adulta que de la joven, pues piensan poco en los gustos de los jóvenes y se limitan a, ¡sorpresa! los de los posibles votantes del partido de gobierno. En Valdepeñas está claro que si quieres cultura y ocio, te las tienes que apañar tú. No podemos dejar de lado la riqueza arqueológica de Valdepeñas, completamente olvidada, cuyos trabajadores viven en una situación de precariedad laboral extrema.
Los barrios considerados más marginales como son San Pedro o la Yenca, viven totalmente aislados. La carestía de servicios sociales, o de conexiones -como en San Pedro-, llevan a que las personas que viven en estos núcleos, siendo de por sí marginados social y económicamente, tengan más dificultades.
¿De qué va a servir a los valdepeñeros y valdepeñeras la construcción de un velódromo? ¿Qué tradición ciclista hay en Valdepeñas? De lo mismo que nos sirvió un complejo de golf: para acabar desértico y abandonado, sin uso alguno.
Desde el Partido Comunista Obrero Español en Ciudad Real tenemos claro que de mejorarse estas demandas -solo mencionadas unas pocas-, se empeorarán otras. Las reformas puntuales del capitalismo, que solo sirven para calmar a las masas, no son más que parches. Por eso, desde el PCOE llamamos a la unidad de la clase trabajadora en un Frente Único, llamamos a las Asociaciones de Vecinos, a todos los vecinos y vecinas de Valdepeñas a que unan sus luchas con la de los trabajadores, la de los estudiantes obreros, los jubilados y el resto de sectores populares, en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, encaminada a superar este sistema como única alternativa para mejorar la situación de la clase trabajadora.
COMITÉ PROVINCIAL DE CIUDAD REAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)