El ocio educativo como herramienta para fomentar la igualdad y romper el círculo de la pobreza. Con este objetivo, el programa CaixaProinfancia, de la Fundación ”la Caixa”, pone en marcha este verano nuevos campamentos, colonias urbanas y centros abiertos en Ciudad Real. Enellos se prevé que participen más de 30 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, riesgo de pobreza o exclusión.
A través de estas experiencias, menores que viven en hogares con dificultades económicas y sociales pueden desarrollar herramientas personales beneficiosas para su éxito educativo. Las actividades son realizadas por más de 320 entidades sociales de todas las provincias españolas vinculadas al programa CaixaProinfancia. En Castilla-La Mancha se promueven a través de dos entidades.
Se estima que más de tres cuartas partes de los aprendizajes adquiridos de una persona adulta provienen de fuera del sistema educativo, es decir, surgen a través de la educación «no formal» (referida a cualquier acción educativa estructurada no escolar) e «informal» (en referencia a la influencia producida por la inmersión en un entorno o ambiente social). Por ello, el programa CaixaProinfancia promueve el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre como motor de cambio y mecanismo de empoderamiento entre los menores.
Además, tal como comenta el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón: «Para muchos niños, estas actividades se convierten en sus únicas vacaciones de verano. De este modo, es imprescindible lograr que la experiencia sea enriquecedora y permita que desarrollen sus capacidades y su confianza, que puedan abrirse a nuevas posibilidades y conexiones, y así romper el círculo de la pobreza».
Alineadas con las competencias globales recogidas por la UNESCO, estas actividades ahondan en distintas temáticas: deportivas y psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales y cognitivas. De esta forma, niños, niñas y adolescentes acceden a los beneficios que conllevan estas experiencias, lo que contribuye a su desarrollo personal, educativo, social y cultural. En este sentido, los participantes logran integrar valores como la madurez, la creatividad, la curiosidad, la confianza, la autoestima, la empatía, la solidaridad, la gestión emocional y el sentimiento de comunidad, entre otros.
El impacto del ocio en el ámbito educativo
Según las últimas investigaciones del Observatorio CaixaProinfancia ―Infancia, Vulnerabilidad y Acción Socioeducativa―, el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre incide en los resultados escolares y es reconocido como un importante factor condicionante del éxito educativo. La situación de pobreza, asociada a un conjunto de necesidades educativas dentro y fuera de la escuela, tiene reflejo en el rendimiento académico, la integración social y el despliegue de las competencias personales.
En este sentido, los niños, niñas y adolescentes que viven en contextos de vulnerabilidad tienen mayor dificultad para conseguir el éxito educativo, que supone, además, mayor dificultad para la construcción del yo.
Según los datos de la estadística de Eurostat (2021) sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social, la tasa AROPE (at risk of poverty and exclusion) se ha reducido en Europa desde 2015 a 2021 del 27,5 % al 24,2 %. Sin embargo, en España ha aumentado hasta niveles por encima del 33 % y, con más de 2,3 millones de menores, se convierte en la franja de edad con un mayor porcentaje de población afectada.
«El acceso a la escuela es un derecho universal garantizado, pero el acceso a las actividades de tiempo libre no es igual para todos. Para alcanzar el éxito educativo, tan importante es una buena integración escolar como tener acceso a experiencias educativas positivas fuera de la escuela. El tiempo libre es, de hecho, un espacio de normalización extraordinario y participar en estas actividades tiene como resultado mayor bienestar y equidad», sostiene el pedagogo Jordi Longás, miembro de la Dirección Científica del Observatorio CaixaProinfancia ―Infancia, Vulnerabilidad y Acción Socioeducativa―.
Las tres modalidades de actividad de tiempo libre que ofrece CaixaProinfancia se complementan entre ellas, de manera que cada persona puede participar en más de una:
Centros abiertos
Se caracterizan por ofrecer un servicio diario durante todo el curso, fuera del horario escolar, y que también puede contemplar actividades de fin de semana. Disponen de un proyecto educativo propio y de una programación anual.
Colonias urbanas
Se desarrollan intensivamente en periodos vacacionales. Cuentan con un proyecto educativo propio y pueden incorporar actividades regulares de apoyo a la realización de tareas escolares o refuerzo educativo.
Campamentos
Actividades intensivas que se desarrollan en periodos vacacionales y que implican el desplazamiento a un lugar diferente de la residencia habitual, generalmente, en contacto con la naturaleza.
CAMPAMENTES CONECTADAS
Un cuaderno interactivo para divertirse y crecer
El programa CaixaProinfancia comparte, además, con las entidades sociales con las que colabora un cuaderno interactivo con juegos que permiten conectar la diversión con valores como la empatía, la solidaridad, el altruismo o el trabajo en equipo. Esta acción se enmarca en Campamentes conectadas, una iniciativa que ofrece actividades digitales que se suman a las realizadas presencialmente por las propias entidades y que permiten trabajar contenidos educativos, así como recursos para reconocer, expresar y gestionar emociones.
Los cinco juegos que se pueden trabajar en abierto son: Conozcámonos, un juego para fomentar el interés y la curiosidad por conocer a los demás con tan solo una pelota; Trueque o trato, actividad basada en el altruismo para potenciar la autoestima, donde los participantes deben dejar una nota con un mensaje en el muro y dedicar 20 minutos a explicárselo a quien lo pida; Pica la mamba, un viaje hasta Egipto para anticiparse en equipo a los movimientos de una serpiente que se irá comiendo a los participantes de uno en uno para crecer; ¡Stop! (Atinselea), para estimular la agilidad y la velocidad de procesamiento mental, un juego tradicional rumano muy parecido al pillapilla, pero con una variante: hay una palabra que puede salvar; Manos cruzadas, una actividad de coordinación y concentración donde seguir la corriente hasta que cambie de sentido. 20