Viejo Den.- Recordaré siempre el 9 de junio de 2010. Fue un mes de junio frío y lluvioso. Lo sé porque entre mis defectos no está la mala memoria y porque en el vídeo que lo acredita todo aparezco con sudadera en el interior del teatro. Además, hacía una semana que Jarabe de Palo había cancelado un concierto al que de hecho llegamos a ir, temprano y apresurados para saludar a Pau, y todo por tremenda tromba de agua sobre Pedro Muñoz.
Prefiero recordar ese día en el que cantamos juntos y no el de justo 10 años después, cuando marchaste Pau! Pero lo recuerdo, era martes. Acababa de llegar a Segovia después de pasar 3 meses de confinamiento en Ciudad Real, entre un jardín, un garaje y un salón. Intuía con nerviosismo la noticia, amanecía esperando verte en algún vídeo o a través de algún tweet que aunque tú no escribieras, hablara de esa gira que habías prometido y que nunca llegaría.
Antes de verlo en ningún sitio, mi amigo Javi me escribió un mensaje “Lo siento, tío. No pudo ser”. Durante un momento respiré aliviado, ya está! Empecé a deambular por la casa, se lo dije a mi pareja, que me abrazó. Al rato quise decírselo a Mohamed, quien esos días me acompañaba en casa, “¿Sabes qué? Qué Pau Donés ha muerto”. El determinismo saharaui reflejado en su cara me aportó incluso algo más de paz. Luego nos fuimos a tocar la flauta a La Alameda de Segovia.
Pocos días después escribí unas palabras en el periódico local en el que a veces escribo cosas, este mismo. Y terminé diciendo algo así como, ¡Pau, te cantaré en cada concierto que dé! Porque sí, efectivamente, durante estos 2 años, te he cantado, y te lo quiero contar.
Pues ese mismo verano grabé un disco, con 10 canciones que en gran medida escribí durante los meses de confinamiento. Fue bonito dar forma a todas esas ideas y producirlas con mis hermanos Diego Jiménez y David Sánchez. Además, empecé a dibujar, así que ilustré ese proyecto que no solo sería el quinto de Viejo Den, sino que sería el primero en formato libro-disco. No sé cuánto tiempo tarde en grabar, editar, maquetar, producir… este enorme proyecto, pero en el verano de 2021 por fin empecé a moverlo. Empezaríamos a tocar delante del público, después de más de un año, un año de locura y parón casi radical.
Preparé un dossier, me hice fotos, vídeos, movilicé mis redes… ¡era el momento de salir! Pero la cosa… no salía. Decenas de sitios; bares de conciertos, librerías-café, salas… me cerraron la puerta; “No, ahora no”, “No nos cuadra en este momento”, o directamente… el silencio. Qué difícil, no? Y eso que solo pedía un lugar para tocar y poder vender mis libros y mis discos. Finalmente el 9 (otro 9) de octubre presenté disco en Córdoba. Después de este, se sucedieron una serie de conciertos, de mejor o peor resultado, Tenerife (súper especial), Ciudad Real (enorme), Herencia (abrumador), Segovia (mi nueva casa), Valladolid (fracaso)… y Madrid. Ahí me pasó algo.
Tocaba en el Búho Real, una noche de un martes gélido de enero, mala cosa. Pero no, vino gente, la sala estupenda y el clima (interior) acompañaba. Yo no soy de los que meta versiones en mis repertorios, y menos de Jarabe de Palo (solo alguna vez lo he hecho), pues entre otras cosas y mi animadversión general a la versión, quizá sobre el escenario siempre he buscado distanciarme todo lo posible de la música de Jarabe de Palo, por viejas similitudes y demás… Pero ese día no quería que acabara el concierto y no vi muchas razones para tirar de viejo repertorio, así que en una décima de segundo pensé, cantaré Grita.
Además de todo, a un amigo dije un día que no me gustaba hacer canciones de Pau Donés porque a mí siempre me había dado mucha rabia escuchar sus canciones en voz de otros, y más ahora que no las volveré a escuchar de su boca. Pero ese día la canté y no solamente miré para arriba (por mirar a algún sitio) y pensé en ese legado tuyo en mí, ese día, estaba trayendo tu voz a ese escenario, tu canción, y todo cambió.
Sonreí mientras cantaba, la gente se emocionó y entonces me di cuenta de que ya no solo necesitaba cantarte, necesitaba volver a cantar contigo, como aquel 9 de junio de 2010, y eso ya solo sería posible inventando una colaboración entre tus canciones y mi voz. Esa que a veces tanto recordó a la tuya en sus inicios, que aprendió a corear con tus canciones o que grabó a fuego cada melodía tuya.
David Sánchez siempre supo que si alguien podía hacer un tributo a Jarabe de Palo, esos seríamos nosotros, los Viejo Den. No sé si esto será, pero de lo que sí estoy seguro es que ya no tengo miedo a cantar contigo, a cantar tus canciones. Seguiré sin poder escucharlas en voz de casi nadie, eso sí, pero escucharla de la mía, de alguna manera me hace escucharte un poco a ti, y como siempre, me reconforta.
Hoy es 9 de junio de 2022 y Pau, te sigo cantando.
Un abrazo.
Un talentoso cantante y compositor que supo conquistar al mismo tiempo a la comunidad rockera y al mundo de la música comercial……..